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Vídeo análisis de Enter the Gungeon

Desarrollado por Dodge Roll Games y distribuido por Devolver Digital nos llega Enter the Gungeon, un frenético shooter para PlayStation 4 y PC.

Enter the Gungeon
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Su historia es muy simple, teniendo que elegir a uno de los cuatro personajes iniciales para adentrarnos en la Armazmorra, acabar con cientos de enemigos con el objetivo de avanzar y encontrar su legendario tesoro: el arma que puede cambiar el pasado. Muchos se han aventurado, pero han perecido en el intento.

Al comienzo se nos ofrece un corto pero completo tutorial donde se nos explican los conceptos básicos del juego. Aquí podemos desplazar al personaje con un stick analógico mientras que con el otro apuntamos para disparar, teniendo un determinado número de balas que posteriormente nos toca recargar. El arma base cuenta con munición ilimitada, pero las que conseguimos a lo largo del juego no, teniendo que comprarla o conseguirla de enemigos caídos. Contamos con un salto para esquivar disparos, trampas u obstáculos, siendo el timing esencial si no queremos acabar muertos. En el caso de que no sea suficiente siempre podemos usar una habilidad que permite despejar todos los disparos de la pantalla, aunque como es lógico está limitado a un número de usos. También hay una patada con la que desplazar objetos o incluso voltear mesas que podemos usar como cobertura. Por si nos encontramos en una situación comprometida, existen consumibles que nos salvan en más de una ocasión.

El juego se divide en mazmorras generadas aleatoriamente que debemos explorar a fondo para llegar hasta el jefe final, derrotarlo y así avanzar hasta la siguiente zona, lo que hace que cada partida sea única. Estos lugares son bastante amplios, por lo que en todo momento contamos con un mapa que se crea a medida que los visitamos. Un detalle que no nos ha gustado es que al consultar el mapa tenemos que hacer uso de otros botones para desplazarnos por él y a veces hemos movido sin querer a un personaje, cayendo en trampas y perdiendo así vitalidad. Para hacer los viajes menos pesados, algunas de estas salas tienen teletransportadores que ayudan a que la exploración sea mucho más satisfactoria.

Los enemigos son muy variados y cuentan con movimientos únicos que debemos aprender para encontrar sus puntos débiles. Pero los más entretenidos son los jefes finales, con una gran cantidad de patrones de ataques y peculiaridades que los hacen únicos. Existe una gran cantidad de armas con las que hacerles frente, siendo algunas de ellas realmente disparatadas, originales y divertidas.

Cada planta de la mazmorra esconde muchos secretos, ya sean cofres con armas, objetos o consumibles, así como infinidad de enemigos y una tienda donde comprar útiles a cambio de casquillos de bala que obtenemos de los rivales caídos. Determinadas puertas o tesoros requieren el uso de llaves, ofreciendo estos los mejores premios. En ocasiones incluso encontramos a otros personajes que debemos rescatar. Todos los enemigos, armas y objetos que localizamos aparecen después archivados desde el menú de pausa, pudiendo consultar todos sus detalles en cualquier momento.

 

La dificultad de estos lugares está determinada por nuestras victorias, aumentando el número de centinelas y trampas, ofreciendo mejores recompensas y desafíos aún mayores cuanto más avanzamos. Cuando progresamos lo suficiente se desbloquea una tienda en la que comprar nuevas armas con el dinero obtenido de los jefes o la posibilidad de viajar a plantas más avanzadas sin tener que volver a pasar por las iniciales, algo muy útil si tenemos en cuenta la gran cantidad de muertes que se producen a lo largo del juego por su dificultad.

Por si fuera poco incluye un divertidísimo modo cooperativo local para dos jugadores, donde todo se desarrolla en una misma pantalla y no podemos avanzar sin que el otro personaje lo haga.  Es cierto que todo se vuelve muy caótico, por lo que recomendamos jugarlo con alguien experimentado en este tipo de juegos. Si uno de los dos muere nos acompaña su fantasma para deshacerse de los disparos de los enemigos y así facilitarnos las cosas, aunque necesita un tiempo de espera para volver a utilizarlo. En determinados lugares, además, podrá volver a la vida.

Su apartado gráfico apuesta por los píxeles, aunque con elementos actuales como un sistema de iluminación muy realista, físicas conseguidas y buenos efectos de partículas. Los personajes están muy bien animados y son variados, con pequeños detalles que demuestran el mimo puesto en este apartado. Para tratarse de un juego en el que los escenarios se generan aleatoriamente, estos también son muy diversos, no haciéndose repetitivos al cabo de pocas partidas.

La banda sonora también es bastante buena, con melodías animadas que hacen que las partidas resulten más frenéticas, efectos de sonido de calidad y sonidos simples para los personajes. Nos llega completamente subtítulado en castellano, por lo que no tendréis problemas para comprender sus mecánicas.

Enter the Gungeon ofrece mucha diversión gracias a una gran variedad de armas, enemigos y jefes con patrones bien diferenciados, y batallas intensas en las que esquivar en el momento oportuno puede suponer la diferencia entre la vida o la muerte. El sistema de progresión también es muy bueno, con unos controles muy suaves y que responden perfectamente. Gracias al cooperativo local se hace incluso más entretenido.

El estilo gráfico nos ha resultado muy acertado, con elementos clásicos mezclados con tecnología actual, mientras que en el apartado sonoro encontramos buenas melodías y efectos.

Con una acción frenética  y montones de horas de entretenimiento, Enter the Gungeon resulta una opción muy recomendable para los amantes del género.