Vídeo análisis de Final Fantasy XII The Zodiac Age
Regresa al mundo de Ivalice con Final Fantasy XII: The Zodiac Age, la remasterización del clásico de 2006 que incorpora mejoras gráficas y novedades en sus mecánicas para adaptarse al estilo de cada jugador.


Su historia nos traslada hasta Ivalice, un gran mundo donde reina la magia y los barcos voladores surcan los cielos. El reino de Dalmasca se halla en guerra, sumido en ruinas e incertidumbre. Laprincesa Ashe, la única heredera al trono, lucha en la resistencia para poner fin a la ocupación de su país. En compañía de Vaan, un joven que ha perdido a su familia en la guerra, estos dos inesperados aliados y sus compañeros se embarcan en una aventura heroica para recobrar su patria.
Poco podemos contaros que no sepáis ya de su argumento. Su narrativa está muy trabajada, conociendo a todos los personajes al principio de la aventura y descubriendo sus motivaciones a medida que se desarrolla, con giros inesperados que hacen que sea muy interesante. Quizás no es la más original de todas y algunos de los protagonistas no sean tan carismáticos como otros, pero en general es bastante buena.
Final Fantasy XII: The Zodiac Age es un JRPG que, a diferencia de lo que ocurría en anteriores títulos numerados de la saga de la época, incorporó un novedoso sistema llamado Batalla en Dimensión Activa, que eliminaba los encuentros aleatorios. Gracias a él podemos controlar a los principales miembros del grupo de manera independiente o con la ayuda del revolucionario sistema de gambits.
Los gambits, para los que no jugaron en su día al juego original, son una serie de instrucciones simples para la IA que hacen que actúen automáticamente de la forma que queráis. Gracias a esta función, es posible controlar completamente al grupo durante las batallas en cualquier momento y alternar el uso de gambits para todos los miembros. No todos están disponibles desde el principio, debéis conseguirlos poco a poco.
Cuando nos desplazamos por los escenarios y nos encontramos con un enemigo aparece una línea azul que indica que nuestro personaje principal lanza una ofensiva, siendo de color rojo sucede lo contrario. Una vez iniciada la pelea tenemos a nuestra disposición los típicos comandos de ataque, magia, técnica y objeto, así como uno especial para otro tipo de acciones. Al realizar una acción necesitamos esperar a que el indicador se rellene para poder ejecutar otra. Puede parecer algo complejo al principio, pero en realidad no tardaréis mucho en comprender su funcionamiento.
En su día, el subir de nivel a los personajes o desplazarnos de un lugar a otro del mapa podía hacerse algo pesado para determinados jugadores. Ahora contamos con un botón (L1) que nos permite hacer que los personajes se muevan dos o cuatro veces más rápido al activar el Modo Ultrarrápido. Puede parecer una tontería, pero es algo que se agradece en determinados puntos de la aventura. Además, los tiempos de carga se han reducido considerablemente para hacer que las transiciones entre zonas sean más llevaderas.
Al ganar combates obtenemos Puntos de Licencia, experiencia con la que subir de nivel y, a veces, diferentes objetos. Gracias a estos PL, nuestros personajes pueden mejorar sus estadísticas generales, equipar más útiles y aprender nuevas habilidades, gastando algunas de ellas puntos mágicos. Las más poderosas son las Sublimaciones, algo parecido a unos límites que nos permiten lanzar poderosos ataques especiales. Para usarlas tenemos que desbloquearlas en el Tablero de Licencias, apareciendo ahora en un indicador aparte del PM. Los sectores deben estar llenos, y se pueden encadenar unas tras otras para causar enormes daños.
Por otro lado están los Espers, invocaciones que se consiguen al derrotarlos en determinados momentos de la aventura y desbloquearlos en el Tablero de Licencias. Una vez los activamos en el tablero de algún personaje ya no aparece en el del resto, así que pensad detenidamente quien lo llevará. Para poder usarlos debemos gastar una determinada cantidad de barra de dependiendo de su poder, apareciendo junto al personaje que lo ha invocado y actuando de forma libre. Como novedad, ahora podemos manejarlos, modificar sus gambits y desatar su ataque definitivo si lo deseamos, no teniendo que cumplir requisitos.
Hay que mencionar la multitud de ajustes que se han hecho, cambiando los efectos de algunos objetos, la cantidad de PM que tenemos o los artículos que encontramos en tiendas y tesoros entre muchos otros. También se han añadido nuevos enemigos, gambits y equipamiento. Lo mejor de todo es que se ha abolido el límite de daño, por lo que un personaje puede causar más de 9.999 puntos.
Una de las novedades más interesantes que incorporó Final Fantasy XII International Zodiac Job System (versión que nunca aterrizó en occidente) fue el Sistema de Trabajos Zodiac, que ahora podemos disfrutar en esta remasterización. Se trata de un sistema de desarrollo de personajes que, en lugar de un tablero de licencias para mejorar al personaje, incluye doce tableros diferentes que representan cada uno de los oficios disponibles en el juego, escogiendo dos distintos por personaje. Gracias a él se consigue que haya más variedad y personalización, ya que en el original todos los miembros del grupo acababan teniendo las mismas habilidades.
Los trabajos que encontraréis son los siguientes: Acechador, Arquero, Bruto, Caballero, Clérigo, Cronomante, Ingeniero, Lancero, Mago Blanco, Mago Negro, Mago Rojo y Samurái. Todos están bien diferenciados, con habilidades y atributos únicos que mejoran la experiencia que vivimos en su día con Final Fantasy XII.
Las localizaciones son bastante amplias y, aunque se dividen por zonas, es fácil perderse por ellas. Para ello contamos con un mapamundi que se va creando según lo recorremos o al encontrar el respectivo mapa de la zona, no siendo ahora necesario pausar el juego para consultarlo, ya que aparece un plano transparente para orientarnos mientras nos desplazamos pulsando un simple botón. No hay que olvidar que en algunos lugares hay trampas que pueden causar daño o provocar estados alterados, siendo éstas invisibles a no ser que usemos la magia Libra. Además encontraréis mazmorras con puzles que debéis resolver si queréis avanzar o descubrir todos sus secretos.
Entre los nuevos añadidos está el Modo Desafío, donde tenemos que superar un total de cien niveles luchando con los personajes que hayamos desarrollado. Dichos niveles son bastante complicados y nos obligan a planear una buena estrategia y seleccionar los gambits más adecuados para cada situación en función del enemigo al que nos enfrentamos. Todos los objetos y tesoros que conseguimos en este modo se pueden trasladar al juego principal, con jugosos premios que incentivan participar en él. Se accede desde el menú de inicio, no siendo necesario terminar la historia. Al completar el juego, además, se desbloquea la Nueva Partida +, que ofrece nuevos contenidos para alargar aún más su duración, que ya es extensa de por sí.
Su apartado gráfico ha mejorado en resolución, haciendo que los personajes estén más detallados y las texturas de los escenarios luzcan mejor, pero el paso de los años se sigue notando en ciertas partes. Eso sí, luce realmente bien para el tiempo que ha pasado, con criaturas, personajes y localizaciones muy vistosas gracias a sus geniales diseños y espectaculares efectos. Además se ha conseguido una mayor estabilidad y reducido los tiempos de carga.
En el sonoro tenemos las espectaculares melodías vistas en el juego original, pero ahora con la posibilidad de elegir la regrabada con tecnología actual. Ambas son muy buenas, y poder seleccionar la que queramos es un gran añadido. También se ha adaptado para poder hacer uso de equipos de sonido 7.1 y ganar así más inmersión. A esto se suma que tenemos selector de voces tanto doblaje en inglés como en japonés, con una interpretación bastante buena en los dos casos, voces en alta definición y subtítulos en castellano para no perdernos ningún detalle.
Final Fantasy XII: The Zodiac Age sigue conservando la calidad vista hace unos años, pero mejora algunos aspectos con ligeros ajustes que hacen que la experiencia sea más satisfactoria. A todo ello hay que sumarle los contenidos que venían incluidos en la versión internacional que no llegó a occidente, así como los gráficos y audio en alta definición, la banda sonora reorquestada y la inclusion de doblaje dual.
Los que disfrutaron en su día del juego original encontrarán suficientes novedades como para despertar su interés, siendo además la oportunidad perfecta para adentrarse en el mundo de Ivalice si nunca lo habéis probado.