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Vídeo análisis de Fire Emblem Warriors

Koei Tecmo y Nintendo se asocian para traernos Fire Emblem Warriors, un nuevo musou con elementos tácticos desarrollado por Omega Force basado en la afamada franquicia de Intelligent Systems del que os hablamos en nuestro análisis.

Cartel Fire Emblem Warriors
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Su historia nos lleva hasta el pacífico reino de Aytolis, que está siendo atacado por un ejército de horribles monstruos. Sin perder un segundo, Yelena, reina de Aytolis, sus hijos, los gemelos Rowan y Lianna, y el principe Darios de Gristonne, son escoltados hasta un pasadizo que debería conducierles hasta su salvación. Pero mientras lo recorrían, éste se derrumba y separa a la reinade sus hijos y Darios, por lo que ruega al principe que los proteja y guíe a un templo cercano, entregándole a Rowan y Lianna un antiguo escudo.

Sin otra elección, emprenden su marcha hacia el templo, aunque para ello deben combatir a innumerables monstruos junto a extraños que parecen llegados de otros mundos que comparten su mismo objetivo. Tras abrirse paso hasta el interior del templo, los gemelos descubren que tienen en su poder el legendario Escudo Ardiente, cuyo poder podría recluir para siempre a Velezark, el Dragón del Caos, responsable de la destrucción que asola sus tierras. Pero para resucitarlo, antes tienen que encontrar cinco Astrogemas que están en manos de otros héroes, por lo que deben partir en su búsqueda.

El argumento es, como suele suceder en este tipo de producciones, bastante predecible y lleno de tópicos, con un grupo de héroes que acaba juntándose para afrontar el objetivo común de acabar con las fuerzas enemigas y así salvar su mundo.

Fire Emblem Warriors es un juego de estilo musou en el que llevamos un grupo de hasta cuatro personajes entre los que podemos cambiar en cualquier momento, actuando de forma automática los que no controlamos. Incluye un componente táctico muy interesante similar a lo visto en la franquicia principal, donde podemos dar diferentes órdenes a nuestro grupo para que actúen de una forma determinada. Lo primero que hay que comentar es que hay dos niveles de dificultad: el clásico, en el que si un personaje cae en combate muere permanentemente, o el novato, donde volverán a aparecer en el siguiente capítulo.

Sus mecánicas resultan muy sencillas, contando con un botón de ataque fuerte y otro débil que podemos combinar para dar lugar a diferentes ataques, otro para saltar y la posibilidad de utilizar monturas para desplazarnos con mayor rapidez. Al derrotar enemigos, hacernos con fuertes o puestos de avanzada, vamos rellenando una barra especial. Ésta nos permite activar el Medidor del Despertar para mejorar nuestras estadísticas temporalmente o, con el Medidor de Guerrero, ejecutar un ataque especial para acabar con cientos de enemigos.

Una de las herencias de la franquicia viene dada por el triángulo de armas, en el que la elección de la adecuada puede suponer una gran ventaja a la hora de derrotar a ciertos enemigos. Existen cinco tipos de armas: espadas, hachas, lanzas, arcos y grimorios. Eso sí, esto afecta sobre todo en las batallas contra los líderes, siendo el resto bastante sencillos de derrotar sin importar demasiado su tipo.

Al agrupar a héroes en una misma unidad podemos recibir su apoyo y ejecutar devastadores combos de manera conjunta. En cualquier momento es posible alternar entre ellos para adaptarnos a la situación y, cuando ambos rellenan su Medidor de Guerrero, pueden ejecutar una técnica especial que depende de los personajes agrupados y la relación formada, siempre con un efecto devastador. Cuanto más luchen juntos, mejor será su relación y, en consecuencia, más fuertes se vuelven.

La moral de nuestras tropas también afecta mucho a las batallas, aumentando nuestra influencia según la cantidad que hayamos controlado del campo de batalla. Para ello, el posicionamiento de nuestras tropas es esencial, donde alternando entre los diferentes personajes tenemos que acabar con las diferentes amenazas.

Al ganar combates nuestro equipo obtiene experiencia con la que subir de nivel y aumentar sus estadísticas generales, aunque también podemos visitar la Zona de práctica para hacerlo a cambio de dinero. Llegado el momento, los sellos maestros cobran una gran importancia, ya que, como sucede en los clásicos de la saga, nos permite subirlos de clase.

El oro y los materiales que obtenemos durante la aventura son muy importantes, ya que nos permiten mejorar las estadísticas de nuestro grupo mediante insignias que proporcionan diferentes ayudas en combate al comprarlas en el Mercado. En este lugar podemos visitar también el Templo, que al hacer ofrendas recibimos bendiciones con diversos efectos benéficos que sólo duran una batalla, así como resucitar a nuestros personajes si jugamos en el modo clásico. Además podemos visitar la armería para crear armas, revalorizarlas y añadirles nuevas habilidades a cambio de estos materiales y el dinero.

La inteligencia artificial deja bastante que desear, tanto en los enemigos como en nuestros compañeros, aunque debido a la gran cantidad de sucesos que tienen lugar en el mapeado no nos pondrán las cosas sencillas. A esto ayuda lo bien diseñados que están los niveles, con rutas bien estudiadas que pueden causarnos más de un problema.

En cuanto a personajes, abundan los protagonistas de las últimas entregas,  encontrando ausencias notables de las primeras. Es cierto que todos son muy carismáticos y que manejarlos resulta divertido, pero sí echamos en falta una mayor diferenciación de los mismos y sus clases.

Pasando ya a los modos de juego, tenemos dos que destacan por encima del resto: Historia, que como es lógico se centra en el argumento del juego con batallas y eventos intercalados, y Crónicas, donde nos encontramos mapas clásicos de la franquicia con pequeños argumentos para desbloquear nuevos extras y diferentes condiciones para conseguir la victoria. Es muy entretenido y le dedicaréis bastantes horas, más si tenéis en cuenta que según el ranking que obtengáis conseguiréis diferentes objetos.

La aventura principal puede completarse en unas ocho horas, a lo que hay que sumarle el modo crónicas y la gran rejugabilidad que ofrece por intentar descubrir todos sus secretos, por lo que estamos ante un título cuya duración es muy extensa..

El apartado gráfico está bastante bien, con personajes bien recreados y animados junto con unos escenarios que, a pesar de ser algo simples, ofrecen muchas posibilidades. Los efectos están muy cuidados, haciendo que el juego resulte mucho más vistoso. El juego además incluye dos modos de visionado: a 720p y 60 fotogramas por segundo o bien a 1080p y 30. Donde sí hemos encontrado problemas es en el cooperativo local, donde el juego se resiente demasiado.

En el sonoro tenemos melodías bien conocidas por los seguidores de la franquicia pero remezcladas para la ocasión, sentándole genial a su jugabilidad. Los efectos también son perfectamente reconocibles, con voces tanto en inglés como en japonés, siendo mejores éstas últimas. Cabe mencionar que nos llega con subtítulos en castellano, algo a destacar en el género.

Fire Emblem Warriors se convierte así en uno de los grandes destacados dentro del género musou, gracias en parte a su genial diseño de niveles y a un componente táctico que le sienta realmente bien a su jugabilidad. Echamos en falta más variedad de personajes, una mayor diferenciación de los mismos y un mejor equilibrio de plantilla. Por lo demás resulta muy divertido, con una gran duración que os mantendrá pegados al mando durante mucho tiempo.

Si sois seguidores de la franquicia y los musou os divierten no deberíais tener dudas, ya que la combinación de ambos mundos ha funcionado bastante bien.