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Vídeo análisis de Gal*Gun: Double Peace

PQube y BadLand Games lanzan Gal*Gun: Double Peace para PlayStation 4 y PSVita, un shooter en el que nos toca mantener alejadas a hordas de colegialas. Descubre en nuestro análisis las principales características de este alocado título.

Gal*Gun: Double Peace análisis
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Su historia nos pone en el papel de Hodai, un estudiante que es alcanzado por el disparo de un ángel cupido llamado Ekoro. Como consecuencia de esto se convierte en un chico tremendamente popular, el centro de atención de todas las chicas de su academia. Pero ser irresistible para ellas no es ni de lejos un sueño hecho realidad, ya que cada carta de amor, piropo o beso que recibe hace que su energía disminuya. Hodai debe permanecer firme, ya que si no encuentra su verdadero amor antes de que acabe el día caerá sobre él una maldición que hará que se quede solo para siempre. Para mantenerlas a raya nuestro protagonista cuenta con una pistola de feromonas que le entregó Ekoro, haciendo que las chicas que le persiguen vivan episodios de verdadero “éxtasis”.

Gal*Gun: Double Peace es un shooter sobre railes en el que nada más comenzar nos toca elegir el tipo de chico que queremos ser - desbloqueándose nuevos tipos al avanzar en el juego – y, tras un completo tutorial, la chica que queremos que sea el amor verdadero del protagonista, determinando ésta el curso de la historia y el camino que seguiremos en el juego. Durante nuestra aventura encontramos varias rutas diferentes entre las que elegir, haciendo que sea muy rejugable por intentar descubrirlas todas, algo que le sienta muy bien por tener su campaña una duración de unas tres horas.

Contamos con una especie de mirilla que desplazamos con el stick analógico para apuntar y disparar, además de poder desplazar la cámara en determinadas zonas cuando nos atacan desde varios ángulos, apareciendo en pantalla unas indicaciones que nos marcan la dirección de donde llega el peligro. Los tiros se pueden cargar para intentar alcanzar a varios objetivos a la vez, algo muy útil cuando hay muchos personajes acosándonos. Además podemos hacer zoom para localizar a chicas que estén escondidas en ciertos lugares del escenario.

Hay un medidor que al rellenarse nos permite activar el modo Doki Doki!, en el que la cámara se centra en un grupo de chicas que posan para nosotros  de forma sugerente mientras interactuamos con su cuerpo para que alcancen el climax, haciendo que haya un estallido de placer que limpia la pantalla de acosadoras si tenemos éxito.

A pesar de poder ajustar la velocidad a la que movemos el puntero y ralentizar el desplazamiento de dicha mirilla para apuntar mejor, estos controles no se adaptan del todo bien al mando, siendo un título al que le sentaría muy bien la compatibilidad con move, así como con la futura realidad virtual.

Para hacer que su desarrollo sea más ameno contamos con una serie de minijuegos entretenidos, así como diversas conversaciones que darán lugar a un final u otro, dependiendo estos también de la puntuación final que obtengamos.

En total hay unas setenta chicas diferentes, cada una con unos gustos propios que nos indican donde son más efectivos nuestros disparos, dividiéndose las zonas a las que apuntar en cabeza, pecho, cadera y piernas. Cuanto más precisos son nuestros disparos, antes nos deshacemos de ellas, lo que da lugar a una mayor puntuación.  Estas chicas nos atacan tanto desde cerca como desde la lejanía lanzando caracteres japoneses que pueden dañarnos.

Junto a todo ello tenemos coleccionables bastante numerosos, que están ocultos por los escenarios y sirven para desbloquear nuevas vestimentas para las chicas y otros interesantes añadidos.

Además del modo historia tenemos el modo Score Attack, en el que nos toca intentar conseguir la mayor puntuación posible en una determinada fase. Junto a ellos está Collection, donde podemos echar un vistazo a nuestros logros, la galería de imágenes e información, y el Dressing Room, un vestidor donde cambiar la apariencia de las chicas con los trajes y accesorios que hemos conseguido a través del juego. Por si todo esto fuera poco, podemos comprar nuevas vestimentas mediante DLC.

En el apartado gráfico destaca el modelado de las chicas, con unas animaciones bastante conseguidas y reacciones a cada uno de nuestros disparos. Los escenarios son variados,  aunque echamos en falta algo más de vida en los mismos y unas texturas más trabajadas. Los efectos no están nada mal.

Sus melodías son alegres y animadas, pero al cabo de unas partidas se vuelven repetitivas. En cuanto a los efectos tenemos los sonidos de nuestros disparos, una ambientación discreta y las voces de unas eufóricas adolescentes  que nos saturan a gritos.

Gal*Gun: Double Peace combina bien el apartado de novela visual con el de shooter arcade, pero el tener que utilizar el stick analógico para apuntar por no ser compatible con pistola le hace un flaco favor. Las escasas tres horas de la campaña tampoco ayudan, aunque los diversos coleccionables escondidos por los escenarios, desbloqueables y los distintos finales hacen que sea muy rejugable.

En lo técnico lo que más llama la atención son los modelados de las chicas, estando muy por encima del resto. Las melodías son simples y llegan a ser repetitivas, al igual que ocurre con los efectos.

Gal*Gun: Double Peace es un título que disfrutaréis si os adaptáis a su sistema de control a pesar de estar destinado a un público muy concreto.