Vídeo análisis de God of War
El Dios de la Guerra ha vuelto y esta vez no lo hace solo. Acompañado por su hijo, viviréis una aventura que apuesta por una nueva fórmula pero que no pierde la esencia de la saga. Descubre el nuevo God of War con nuestro análisis.


God of War es un juego con mucha acción, puzles y secretos escondidos por su mundo, manteniendo la esencia de la saga en cada rincón, si bien se han hecho algunos cambios para que siga funcionando a la perfección a día de hoy. El cambio más notable lo encontraréis en los combates, que ahora son menos caóticos para dar paso a la estrategia, algo que nos ha gustado mucho y que, junto con Atreus, la cámara sobre el hombro y los elementos de RPG, le añade una nueva capa de profundidad.
En esta ocasión, y tras cumplir con su venganza contra los Dioses del Olimpo años atrás, Kratos vive como un hombre en el reino de los dioses y monstruos nórdicos. Un mundo duro e implacable en el que debe luchar para sobrevivir y, a su vez, enseñarle a su hijo Atreus a hacer lo mismo. Un viaje que profundizará en la relación padre-hijo y en las consecuencias de ser dioses, si bien no entraremos en más detalles para evitar spoilers.
El argumento nos ha encantado, al igual que el cambio de mitología, ya que deja ver las múltiples posibilidades que ofrece de cara a futuras entregas. Al ser un título mucho más extenso no se escatima en detalles, haciendo que gane en profundidad sin perder ni un ápice de espectacularidad y ritmo. Además, un detalle que nos ha sorprendido mucho es que no hay transiciones entre las cinemáticas y la jugabilidad, desarrollándose todo desde una cámara en plano secuencia que le da un impresionante toque cinematográfico sin cortes de ningún tipo. No queremos olvidar que está lleno de referencias a la franquicia que harán las delicias de los aficionados.
Sus mecánicas funcionan a la perfección, teniendo un ataque fuerte, otro débil pero más rápido, la posibilidad de bloquear con el escudo y la capacidad de rodar para evitar las embestidas más poderosas. Si no vemos a los enemigos se nos indica su posición con una flecha en la pantalla, siendo su color un indicativo del tipo de ataque que realizan. Una de las novedades es el hacha leviatán, con el cual podemos atacar tanto cuerpo a cuerpo como a distancia, pudiendo incluso lanzarlo en cualquier momento, ya que vuelve a nosotros siempre que lo deseemos. Esto da mucho juego tanto en los combates como en la exploración y a la hora de resolver puzles.
A medida que golpeamos a los rivales podemos llegar a aturdirlos para darles el golpe final con ejecuciones muy vistosas o bien recargar el medidor de Ira Espartana, que permite desatar toda la Furia de Kratos durante un tiempo limitado. También podemos dar la órden de que Atreus dispare sus flechas, ya sea a un enemigo cualquiera o a uno fijado por nosotros, evolucionando el personaje a lo largo del juego.
Pero nada es tan sencillo como parece, ya que poco a poco vamos consiguiendo dinero a invertir en un completo árbol de habilidades que se divide en diferentes apartados y mejoras para las armas y el equipamiento tanto de Kratos como de Atreus, así como nuevos utensilios. Esto hace que la experiencia sea muy personalizada y que se adapte al estilo de cada jugador, ganando los combates mucha profundidad según avanzamos.
Además incluye cuatro niveles de dificultad: Quiero una historia, Quiero una experiencia equilibrada, Quiero un desafío y Quiero God of War. Todas están perfectamente ajustadas y os podemos asegurar que la última sólo está a la altura de los jugadores más habilidosos.
Un detalle que nos ha encantado es la genial mezcla de acción, exploración y puzles, que ayudan a que la aventura no se haga pesada en ningún momento. Los escenarios, sin llegar a ser un mundo abierto, son bastante amplios y estaremos constantemente encontrando lugares a los que no podemos acceder hasta que tengamos la habilidad o el artefacto adecuado. Con ello se consigue una capa de rejugabilidad bastante interesante, además de tener que volver a sitios ya visitados para explorarlos más a fondo en un futuro.
A esto también ayudan los puzles, que están genialmente diseñados y nunca son demasiado complejos para evitar que el ritmo de la aventura se rompa. Eso sí, algunos coleccionables están bien ocultos y para haceros con ellos tendréis que superar pruebas un tanto más complejas. Gracias a ello conseguiréis objetos de diferente valor indicado por su color y categoría.
Como ayuda, tenemos una especia de guía en la parte superior de la pantalla que siempre nos indica donde está el siguiente objetivo para avanzar en la trama. Es bastante útil y apenas ocupa espacio en la pantalla, con una interfaz muy clara y simplificada que deja paso a la espectacularidad gráfica del juego. También se ofrecen muchas posibilidades de configuración para poder incluso quitar todos los marcadores de la pantalla.
En cuanto a duración, la aventura principal ronda las 25 horas, tiempo al que hay que sumarle las múltiples tareas secundarias, desafíos y coleccionables. Muchas de estas tareas opcionales son realmente interesantes y ofrecen recompensas valiosas, invitándonos en todo momento a intentar completarlas todas. Pero cuidado, algunas de ellas son demasiado complicadas, por lo que recomendamos intentar completarlas al finalizar la campaña.
Y que podemos decir del apartado gráfico. Es espectacular, tanto en lo técnico como en lo artístico, con personajes y criaturas genialmente modelados y animados, escenarios detalladísimos y efectos increíbles que acaban aportándole el toque épico que buscan, con algunas criaturas de un tamaño descomunal y momentos impredecibles que os dejarán boquiabiertos. Esto sin olvidar que no encontraréis ningún tipo de carga a lo largo de la aventura, ya que sólo hay cuando caéis en combate y se tiene que restaurar todo. Además funciona con mucha fluidez, ofreciendo PS4 Pro dos opciones de visualización: uno que prioriza el rendimiento, rondando los 60fps a 1080p, o el de resolución, que funciona a 30 fps y a 4K.
El sonoro no iba a ser menos, con una banda sonora que pone los pelos de punta pero que juega muy bien con el volúmen para no tomar más protagonismo del necesario, efectos que ambientan a la perfección su mundo o un doblaje en castellano soberbio, como siempre nos tiene acostumbrados Sony con sus producciones.
En definitiva, God of War regresa por todo lo alto con un título que mezcla a la perfección los momentos de acción, exploración y los puzles para mantener la esencia de la franquicia pero con ajustes que hacen que se sienta más actual y desafiante. A todo ello hay que sumarle una historia mucho más trabajada e interesante, con una mitología que le sienta realmente bien a la temática del juego, una espectacular puesta en escena y muchos contenidos que aseguran montones de horas de juego.
Nos han sorprendido muy gratamente todos los cambios que se han realizado y creemos que a los aficionados les pasará lo mismo. Kratos ha vuelto, y viene dispuesto a dar mucha guerra en el futuro, aunque esta vez acompañado por Atreus.