Vídeo análisis de INSIDE
Los creadores de Limbo, Playdead, lanzan INSIDE, su nuevo juego para PlayStation 4, Xbox One y PC donde perseguido y solo, un niño se siente atraído hacia el centro de un proyecto oscuro. Adéntrate en su tétrico mundo con nuestro análisis.


Su historia vuelve a ser contada mediante elementos visuales mientras jugamos, por lo que no esperéis ningún tipo de texto o diálogo a lo largo de la aventura. Nada más comenzar nos vemos envueltos en una persecución, sin saber quiénes somos ni por qué huimos, sólo que tenemos que correr para evitar ser cazados y morir. Como un joven indefenso nos adentramos poco a poco en su lúgubre mundo, descubriendo al avanzar un argumento oscuro y que trata temas para adultos.
Al igual que su predecesor, estamos ante una aventura cargada de saltos, plataformas y puzles muy ingeniosos en los que las físicas juegan un papel fundamental. Estos rompecabezas no son demasiado complicados, pero están hechos con mucho mimo y están relacionados con el argumento. A pesar de ser un título tridimensional se sigue desarrollando lateralmente, encontrando multitud de trampas, obstáculos y otros peligros acechando en cada rincón. Las muertes no se penalizan en exceso - ya que hay bastantes puntos de control en cada zona - y son los únicos tiempos de carga que encontraremos a lo largo del juego, convirtiéndose al final en un continuo ensayo y error.
No hay ningún tipo de tutorial, por lo que nos toca aprender sus controles intuitivamente. Para realizar todas las acciones contamos con el stick analógico - que sirve para mover al personaje -, un botón para saltar y otro para interactuar con los diferentes elementos del escenario. Puede parecer algo simple, pero hay multitud de mecánicas escondidas tras estos controles que hacen que el juego nunca se vuelva repetitivo.
Los escenarios juegan un papel fundamental en el desarrollo del juego y esta vez tenemos que estar atentos a los diferentes planos, ya que pueden afectar directamente a nuestro personaje o a la resolución de determinados puzles. Todo tiene su razón de ser, desde la iluminación, hasta el agua y la basura, siendo realmente ingenioso en este sentido. Eso sí, de vez en cuando encontraréis zonas amplias en las que sólo tenemos que caminar y se hacen un poco pesadas, pero lo compensa al alcanzar el siguiente objetivo.
El mayor problema vuelve a residir en su duración, pudiendo completarse en unas cinco horas si nos lo tomamos con tranquilidad. Quizás alargarlo más podría suponer un descenso en su calidad general, por lo que creemos que dura lo justo, pero siempre nos quedamos con ganas de seguir disfrutando de este tipo de aventuras. Para que su duración sea algo mayor se han añadido una serie de coleccionables ocultos por los escenarios, aunque no son demasiado complicados de localizar.
Su apartado gráfico opta por un estilo minimalista, aunque gracias a una genial dirección artística se ha conseguido un trabajo espectacular. Hay multitud de detalles a mencionar, tales como el agua, la ambientación lograda por su iluminación o las estupendas físicas de cada uno de los objetos. Pero lo que realmente destaca por encima del resto son las increíbles animaciones de nuestro protagonista, que se adapta al entorno e interactua con los elementos del escenario de una manera u otra dependiendo de su posición, siendo muy naturales y fluidas.
La banda sonora es casi impercetible, ya que se limita a un ruido que consigue mantenernos en tensión en todo momento. A esto hay que sumarle unos efectos de mucha calidad que ambientan a la perfección cada una de las situaciones a las que nos enfrentarnos.
INSIDE coge la formula que utilizó Limbo y la lleva más allá, con un desarrollo más variado y entretenido. Su argumento es muy interesante, estando muy bien contado mediante imágenes y tratando temas muy adultos. Los controles son muy simples, pero ofrecen multitud de posibilidades jugables. Sus ingeniosos puzles no son demasiado desafiantes y su duración es algo escasa, pero hemos disfrutado con él de principio a fin.
Artísticamente es algo único, con un apartado técnico minimalista pero cargado de detalles en cada rincón. Todo esto, junto al sonido, crea una ambientación espectacular.
Si os gustó su predecesor no os podéis perder INSIDE, siendo lo peor de todo que se acabe tan pronto una experiencia tan buena.