Vídeo análisis de La Tierra Media - Sombras de Guerra
El galardonado juego de acción creado por Monolith regresa con La Tierra-Media: Sombras de Guerra, que apuesta por la fórmula utilizada en el primer juego pero mejorándola con diversos añadidos que pasamos a comentaros en nuestro análisis.


Su historia continúa justo después de los sucesos acaecidos en el anterior juego. Aquí, Talion y Celebrimbor, un montaraz y un herrero élfico que han sido fusionados y desterrados de la muerte,forjan un nuevo Anillo de Poder con el fin de derrocar de una vez por todas a Sauron, el Señor Oscuro. Por desgracia, justo cuando terminan de forjarlo lo pierden, siendo desprovistos de todos los poderes que habiamos acumulado anteriormente. Pero esto no frenará a nuestros héroes, cuya habilidad les permite hacer frente de nuevo al poderoso ejército de Sauron.
Este argumento es muy entretenido, sobre todo si tenemos en cuenta que ciertos aspectos cambian dependiendo de nuestras acciones. Nunca se hace pesado, encontrando varias sorpresas a lo largo de nuestro viaje y cinemáticas bastante vistosas. Eso sí, los guionistas se han tomado ciertas libertades que no gustarán a los seguidores del universo creado por Tolkien.
La Tierra-Media: Sombras de Guerra es un juego de acción que se desarrolla en un amplio mundo abierto cuyos combates resultan muy ágiles, intuitivos y divertidos. Aunque se muestra un tanto conservador, se han hecho ajustes y cambios para que la experiencia sea aún más satisfactoria, algo que también se nota desde un primer momento en su apartado técnico al no tratarse de un título intergeneracional.
Una de las novedades es que ahora contamos con un medidor para ejecutar acciones especiales que se va rellenando al atacar, permitiéndonos así utilizarlo en el momento que más nos convenga sin preocuparnos de tener que hacer un determinado número de combos para poder realizarlas como pasaba en la anterior entrega. Ahora sólo contamos con un ataque definitivo que podemos ejecutar tras rellenar lentamente el indicador de ira élfica, evitando así el pequeño desajuste que se producía en el juego original.
Tal y como hemos comentado, Talion y Celebrimbor han perdido todos sus poderes y habilidades, por lo que nos toca desbloquearlas de nuevo. La mayoría de ellas son ya conocidas, pero hay otras nuevas que amplían las posibilidades a la hora de acabar con los rivales. Lo más interesante es que ahora podemos activar un beneficio adicional para cada una de estas habilidades, haciendo que todo sea mucho más personalizado y se adapte a nuestro estilo de juego. Ocurre lo mismo con el equipamiento, el cual podemos robar a los rivales y con el que ganar características extra al cumplir ciertos requisitos.
Una vez más podemos cabalgar sobre ciertas criaturas para combatir junto a ellas, con nuevas opciones a nuestra disposición que hacen que las batallas sean más satisfactorias. Gracias a ello se consigue que podamos optar por combatir como más nos convenga, ya que en Sombras de Mordor casi siempre era preferible luchar a pie.
La inteligencia artificial de los enemigos está más conseguida, adaptándose ésta poco a poco a nuestros movimientos para obligarnos a cambiar de estrategia. Hay más variedad de rivales y, a diferencia de lo que pasaba en el anterior juego, su dificultad no decae por muy poderosos que nos volvamos a lo largo de la aventura.
El sistema Némesis vuelve a ser uno de los ejes centrales del juego, donde los enemigos ascienden o descienden en la jerarquía según sus acciones dentro del juego, adquiriendo nuevas habilidades cuanto más alto se encuentren. Lo más interesante es que nosotros podemos interrogar a los rivales para obtener información, reclutarlos para nuestro ejército o hacer que se infiltren en las bases enemigas para intentar hacernos con su control.
Este apartado se ha visto mejorado gracias a los asaltos, en los que formando y liderando un ejército que previamente hemos entrenado nos toca hacernos con las fortalezas enemigas. Dichas batallas son muy entretenidas y a medida que subimos de nivel podemos ampliar este batallón e incorporar criaturas de mayor nivel, lo que le da un toque rolero muy interesante y divertido. Además se han añadido características online, en las que preparamos un equipo asignando un capitán para asaltar fortalezas rivales y conseguir botines al ganar batallas, ya sea al atacar o defender una base. También vuelve el sistema de revancha que nos permite ir a por los Némesis de otros jugadores y así lograr más recompensas.
Estos botines tienen diferentes niveles de rareza y mediante horas de juego se pueden conseguir los más raros, aunque también existe la posibilidad de utilizar micropagos para obtener los más valiosos o bien adquirir nuevos soldados para nuestro ejército rápidamente. Es algo que ha levantado polémica, pero en general no creemos que sea un título en el que hagan falta estos micropagos para progresar en el juego.
La exploración también se ha potenciado en esta entrega, encontrando cinco regiones en lugar de las dos del primer título. Pero no sólo se han incorporado nuevas zonas, sino que se han reestructurado y revisado para que sean más vistosas y variadas. Para desvelar los contenidos de un terreno tenemos que escalar hasta lo más alto de las torres, apareciendo entonces en el mapa todas las opciones disponibles.
En cuanto a duración, la historia principal puede completarse en unas 20 horas, tiempo que se ve ampliado considerablemente si queremos descubrir todos sus secretos, jugar online a los asedios o bien a alguna sorpresa que preferimos no deselar.
El apartado gráfico es algo dispar, ya que se han sacrificado ciertos detalles en pos de la espectacularidad, mostrando escenarios más amplios y un mayor número de personajes en pantalla. Esto es algo que se nota especialmente en las texturas de los escenarios, con algo de popping en determinadas ocasiones. La versión de PS4 Pro, al igual que pasará con Xbox One X, incluye dos modos de visionado. En uno prima la resolución y en el otro los gráficos, aunque no encontraréis grandes diferencias entre ellos más allá de la distancia de dibujado y otros pequeños detalles. Eso sí, todo funciona con mucha fluidez sin importar la plataforma en la que juguéis.
En el sonoro tenemos melodías que concuerdan a la perfección con todo lo que sucede en pantalla y efectos que le aportan un toque de espectacularidad. Además el juego nos llega completamente en castellano, tanto el doblaje como el audio, aunque es cierto que no todas las voces están al mismo nivel.
Como conclusión, La Tierra-Media: Sombras de Guerra se muestra muy continuista, aunque las mejoras y ajustes incorporados a su fórmula funcionan muy bien. El sistema Némesis es sorprendente y da lugar a diversas situaciones a lo largo de la aventura, siendo los nuevos asedios realmente vistosos y entretenidos, sobre todo si le añadimos las nuevas características online. Como pega diremos que no es tan fiel al universo creado por Tolkien como nos hubiera gustado, además de tener controles un tanto automatizados que no siempre responden bien.
En general, si disfrutasteis del anterior juego encontraréis un título extenso y divertido que no os defraudará, con muchas opciones nuevas que hacen que resulte más satisfactorio.