Vídeo análisis de Nairi: Tower of Shirin
Un maravilloso viaje os espera con Nairi: Tower of Shirin, el nuevo juego de Home Bear Studio que hoy protagoniza nuestro análisis.


Nairi: Tower of Shirin es una aventura gráfica encantadora, con personajes que desprenden simpatía y escenarios variados cargados de detalles. Tiene una fuerte carga en su narrativa y montones de puzles bien diferenciados a resolver, todo ello acompañado siempre de gráficos completamente dibujados a mano y una banda sonora cautivadora para hacer que en su conjunto sea muy llamativo.
Su historia nos pone en el papel de Nairi, una joven de clase alta que se encuentra en problemas tras descubrir que su familia ha sido detenida por la guardia real. Por ello decide huir de su casa en busca de ayuda, sin saber cual ha sido el motivo que la ha llevado a esta situación. Llegado el momento conocerá a Rex, un rodedor erudito con un pasado oscuro, viéndose los dos involucrados en una trama cada vez más peligrosa relacionada con una antigua civilización y la Torre de la Soluna que se encuentra en Shirin, la ciudad oasis donde todo tiene lugar.
El argumento es muy interesante y está cargado de giros y sorpresas inesperadas. En general está bien narrado, con personajes encantadores y bien diferenciados, no encontrando problemas para seguirlo en ningún momento. Eso sí, merece la pena comentar que, aunque hay varios idiomas a elegir para los textos, el castellano no se encuentra entre ellos, si bien podéis optar por elegir el español mexicano, donde algunas expresiones difieren un poco de nuestra región. También hay que decir que hay frases que no vienen traducidas y otras que cuentan con pequeños fallos, pero es algo que se puede solucionar mediante futuras actualizaciones.
Sus controles funcionan realmente bien, siendo como siempre ideal para jugarse en PC con el ratón o en el modo portátil de Nintendo Switch por poder utilizar la pantalla táctil. No ocurre lo mismo con el modo sobremesa, ya que aquí tendréis que utilizar el stick analógico izquierdo del Joy-Con para desplazar el puntero, con más o menos rapidez si apretamos un botón, u optar por apuntar con el Joy-Con derecho y pulsar otro botón para interactuar, no siendo tan cómodo como el resto de opciones. Además hemos encontrado pequeños fallos que hacen que no funcione del todo bien, como ralentizaciones o problemas puntuales para abrir menús entre otros.
Aquí contamos con un puntero que desplazamos libremente por la pantalla para interactuar con ciertos objetos del escenario, cambiando entonces la mano por una lupa. Todos los objetos que vamos consiguiendo se acumulan en nuestro inventario, al cual podemos acceder con rapidez desde la bolsa que se encuentra en la parte inferior de la pantalla o bien pulsando su respectivo botón para desplegarlo, cogiendo el utensilio que creamos necesario para usarlo, intercambiarlo o bien combinarlo con otros. Como curiosidad, hay algunas monedas ocultas por los escenarios que funcionan tanto para comprar cosas necesarias para avanzar en la historia como de coleccionables, no cambiando el icono si pasamos sobre ellas, por lo que os tocará ir probando.
Los puzles son entretenidos y los hay de varios tipos. Normalmente se centran en encontrar objetos para utilizarlos en otros lugares, pero también hay otros más tradicionales en los que rotar piezas para hacer que un dibujo coincida, activar artilugios o pasillos con palancas que debemos pulsar en orden adecuado si queremos avanzar. Aquí hemos encontrado un pequeño problema, y es que, al ser un título bidimensional, la estructura de los escenarios a veces resulta un tanto confusa, echando en falta algún tipo de mapa que nos ayude a situarnos. Al menos se agrece que cuando avanzamos un poco en la aventura, Rex nos preste su cuaderno de apuntes, el cual nos ofrece algunas pistas importantes.
En general es una aventura cuya duración no está nada mal, contando con una historia interesante, personajes carismáticos y enigmas divertidos de resolver. Es cierto que una vez completado no ofrece incentivos que nos inviten a rejugarlo, pero al ser su desarrollo tan entretenido no creemos que sea necesario.
Su apartado gráfico está bastante conseguido, con personajes y escenarios dibujados a mano que utilizan diseños simpáticos, estando todo muy cuidado en este sentido. Es cierto que en ocasiones echamos en falta algo más de animación, pero en general nos ha gustado. Lo que menos nos ha convencido es que en el modo sobremesa de Nintendo Switch hemos encontrado ciertos problemas de rendimiento que pueden afectar a las partidas, así que esperamos que sean corregidos en un futuro próximo mediante actualizaciones.
La banda sonora cuenta con temas que mezclan sonidos de instrumentos arábicos con otros más infantiles para hacer que el resultado final llegue a un público más amplio, concuerde con la temática de dibujos animados y tenga ese toque desértico que buscan. Los efectos también son bastante buenos y, al menos, contamos con textos en español de méxico, lo que os permitirá seguir la trama sin problemas.
Nairi: Tower of Shirin es, en definitiva, un juego entretenido que os agradará por su interesante historia, los entrañables personajes y por unos puzles que, sin llegar a ser originales, cuentan con la suficiente variedad como para mantenernos enganchados. Como parte negativa tenemos la ausencia de textos en castellano o los problemas de rendimiento en Nintendo Switch cuando usamos el modo sobremesa, pero no empañan el resultado obtenido.
Si el género y sus diseños os atraen, estáis ante una aventura point & click bastante divertida que además es apta para toda la familia, así que recomendamos darle una oportunidad.