Vídeo análisis de Need for Speed
Electronic Arts nos trae el reinicio de una de sus sagas más emblemáticas, Need for Speed, desarrollado en esta ocasión por Ghost Games para la nueva generación de consolas y PC.


Su historia, que es muy simple, nos pone en el papel de un novato al que se le da bien conducir. Poco a poco hacemos nuevos contactos que nos ayudan a adentrarnos en su mundo, enfrentándonos cada vez a mejores corredores y ganándonos poco a poco una mejor reputación que nos hace ascender.
Toda esta historia está contada mediante escenas que mezclan elementos creados por ordenador con actores reales, haciendo que nos sintamos en todo momento como si de una película se tratara.
Jugablemente estamos ante un juego de carreras arcade con un gran mundo abierto a explorar, estando cargado tanto de pruebas principales con las que avanzar en la historia como de secundarias, que nos sirven para conseguir experiencia y dinero con los que desbloquear nuevas piezas para nuestro vehículo y comprarlas. Al explorar también encontramos diversos coleccionables, tales como hacer donuts, superar cierta velocidad en los radares para que nos hagan la foto o recoger diferentes piezas ocultas.
El manejo del vehículo funciona bastante bien, adaptándonos en poco tiempo a su estilo de conducción con los derrapes como protagonistas. Cada coche cuenta con su propio manejo y puede variarse desde el taller. El nitro nos ayuda a ganar algo de tiempo cuando las cosas se ponen complicadas, en especial al chocar contra alguna barrera y en los finales de carrera. No hay cambio manual para los más puristas, contando solo con cambio automático, un botón para acelerar, otro para el freno, el freno de mano y el nitro, siendo muy simple en este aspecto. Hay varias perspectivas entre las que elegir: en el frontal del coche desde la que sólo vemos la carretera, en el capó y otras dos lejanas en las que tenemos el coche a diferentes distancias, prescindiendo de la vista interior del habitáculo.
Las pruebas que encontramos a lo largo del juego no son muy variadas, siendo éstas carreras, carreras contrarreloj o derrapes por conseguir la mayor puntuación, ya sean contra uno o más corredores. Como es normal, a medida que avanzamos los rivales son cada vez más duros, exigiéndonos una conducción cada vez más apurada y vehículos de grandes prestaciones. Hay cinco categorías en las que conseguir puntos: velocidad, estilo, tuneado, equipo y forajido, siendo necesario tener diferentes coches que se adapten a cada una de ellas.
Nuestra reputación aumenta con cada logro conseguido en las pruebas, pero también cuando conducimos libremente por dirección contraria, destruimos mobiliario urbano o a alta velocidad. Esto puede llevarnos a que nos persiga la policía y, si nos atrapan, la consecuente multa que debemos pagar. Sin embargo, si conseguimos escapar tras una larga persecución nuestra reputación aumentará considerablemente, siendo además éstas algunas de las pruebas.
Mientras paseamos por el mapeado pueden llamarnos en cualquier momento, pudiendo desbloquear nuevas pruebas al contestarlas. Para localizar dichas pruebas podemos acceder a un mapa donde se muestran en todo momento las disponibles, ya sean primarias o secundarias, o bien leer uno de los mensajes que nos llegan de nuestros compañeros. Al seleccionar una misión podemos marcar el objetivo para que nos ayuden a llegar hasta él señalando la dirección en el radar.
Todo esto nos lleva hasta el aspecto más trabajado y destacado del juego, el tuning, encontrando montones de opciones para personalizar nuestros vehículos. Aquí tenemos un buzón al que nos mandan nuevas piezas, podemos modificar la pintura y el diseño, personalizar su estética, ajustar el manejo, mejorar sus prestaciones u observar nuestro vehículo al detalle.
Podemos modificar su carrocería al completo por distintas partes, alterando además la estética del vehículo al completo. También es posible cambiar la altura respecto al suelo, la inclinación de las ruedas y la distancia entre las mismas entre otras muchas opciones. Hay montones de vinilos, colores y pinturas a combinar y alterar para darle el aspecto que queramos a los coches, ofreciendo posibilidades casi infinitas. Es una pena que no añada la opción de subir nuestras propias imágenes para hacerlos aun más personalizables, pero en general cumple con creces en este apartado.
Un detalle que no nos ha gustado mucho es que todo se desarrolla de noche (o casi) y con bastante lluvia que, aunque es espectacular, le quita algo de variedad al juego. Esto sirve como escusa para que el tráfico sea menos denso y se centren más en las carreras. Tampoco nos ha gustado que haya que estar siempre conectado a internet para poder jugar. Es cierto que hay otros corredores por el mapa y que podemos desafiarlos, además de estadísticas online, pero no dan la opción de jugar en solitario y sin online a aquellos que quieran disfrutar la experiencia sin compañía.
Gráficamente es espectacular, ayudando mucho el ambiente nocturno y la lluvia, que hace que los charcos reflejen las luces y todo resulte mucho más impactante. Los vehículos están muy bien recreados, tienen daños y gracias a los efectos de iluminación resultan muy realistas en todo momento. Funciona a 30 fotogramas por segundo con alguna que otra caída puntual, aunque en general no es nada molesto.
Su apartado sonoro también es muy bueno, con una banda sonora electrónica que siempre se asocia a este tipo de carreras. Esta música es adaptable y va cambiando según la situación en la que nos encontremos. Cuenta con un gran doblaje en castellano, aunque la traducción de ciertos comentarios puede sonar algo rara debido a que no suelen ser expresiones utilizadas en nuestro idioma. Se agradece el poder conducir sin estar pendientes de los subtítulos.
En conclusión, Need for Speed es un juego entretenido al que se le puede achacar su falta de ambición, encontrando pocas novedades respecto al resto de entregas de la franquicia. No hay cambio manual, vista desde interior del vehículo y cuando conducimos no podemos pausar la acción al acceder al menú, lo que nos lleva hasta accidentes en muchas ocasiones. Lo más destacado son las opciones de tunning y su enorme mundo abierto a explorar, siendo las carreras bastante divertidas.
El apartado gráfico es muy bueno, a pesar de echar en falta carreras diurnas y encontrar alguna que otra caída puntual. En el sonoro no tenemos ninguna pega.
Un título que os divertirá de principio a fin, aunque podría haber dado más de sí con pequeñas novedades y añadidos.