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Vídeo análisis de Need For Speed Payback

Ponte al volante de espectaculares vehículos y compite para desatar tu adrenalina en Need for Speed Payback, saga que regresa tras un pequeño descanso con algunas novedades interesantes que pasamos a comentaros en nuestro análisis.

Cartel Need for Speed Payback
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En esta ocasión contamos con una historia que nos habla sobre Tyler Morgan, un tipo que junto a su banda del valle Fortune pretende vengarse de La Casa, la malvada sociedad que está al mando de los casinos y la policia de la ciudad. Las apuestas son altas en este paraíso del juegocorrupto y La Casa siempre gana. Jugando en diversos eventos como Tyler, Jessica Miller o Sean McAllister, tenemos que ganarnos el respeto del mundo clandestino del valle Fortune y disputar carreras hasta derribar a La Casa de una vez por todas.

La trama en sí no es nada del otro mundo, pero las misiones que realizamos en este modo son muy divertidas, con scripts preparados para sorprender al jugador y diversos objetivos que le aportan variedad a su desarrollo. El mayor problema es que este tipo de carreras escasean, lo que es una pena, porque hacen que el juego sea más interesante y entretenido. Nos ha gustado mucho la personalidad de los tres protagonistas, que son muy carismáticos y cuentan con diferentes estilos de conducción.

Need for Speed Payback es un título de conducción arcade que tiene lugar en el mundo abierto de valle Fortune, inspirado en la ciudad de Nevada, Estados Unidos. Hay multitud de pruebas, batallas contra diversas bandas, tareas secundarias y tunning que aseguran mucha diversión, aunque quizás las novedades se sienten un tanto escasas.

Las mecánicas no ha variado demasiado respecto a las últimas entregas de la franquicia, con un sistema de control un tanto tosco que se basa en los derrapes. Contamos de nuevo con un nitro que, tras usarlo, se rellena poco a poco y la posibilidad de chocar contra ciertos rivales para sacarlos de la carretera, aspecto que conocerán los seguidores de la saga Burnout. Lo que sí nos ha gustado es la posibilidad de hacer una apuesta antes de cada carrera para intentar conseguir más dinero.

En cuanto a pruebas tenemos los eventos contra las bandas, que se dividen a su vez en cinco tipos: Carrera, Todoterreno, Aceleración, Derrape y Escape. Cada una de ellas necesita un coche de su misma clase que podemos adquirir en su respectivo concesionario o de los coches que montamos de los desguaces, por lo que nuestro garaje tiene que ser muy diverso. Todas se pueden repetir tantas veces como queramos para obtener más dinero y Speed Cards con los que mejorar los vehículos, al completarlas desbloquean otros eventos y tienen un nivel recomendado para afrontarlas. Por otra parte están las actividades, que son pruebas que realizamos mientras recorremos la ciudad y que nos permiten desbloquear carrocería para los vehículos que después toca comprar.

Al ganar eventos conseguimos dinero, que como hemos dicho podemos ampliar con apuestas, una Speed Card a elegir entre tres aleatorias y reputación para subir de nivel, lo que hace que seamos más conocidos por la ciudad. Además podemos comparar nuestros resultados con el de otros jugadores para intentar superar sus puntuaciones.

Una de las novedades es que al completar ciertas misiones conseguimos la localización de chasis de vehículos del desguace que nos toca buscar con una pista del mapa. Una vez conseguido nos toca repararlo con cuatro partes diferentes que también tenemos que localizar con un mapa, con pequeñas ayudas auditivas cuando nos encontramos cerca de ellas. Normalmente nos toca dar un rodeo hasta encontrar un lugar donde dar un salto para llegar a ellas, estando este camino prefijado y con barreras invisibles. Una vez conseguidas todas podemos montar el vehículo en cuestión de la clase que queramos y mejorarlo.

La personalización sigue estando muy presente en el juego. En los garajes podemos modificar la apariencia externa de nuestro vehículo con las partes que hemos desbloqueado, pintarlo y añadirle múltiples vinilos para decorarlo, así como cambiar las Speed Cards de cada vehículo. Existen muchas posibilidades a la hora de decorarlos, pero pensamos que podría haber dado mucho más de sí. Por otro lado están los talleres, que nos permiten comprar las Speed Cards para mejorar los atributos de nuestros vehículos, cambiando estos sus contenidos cada cierto tiempo.

Y hablando de las Speed Cards, éstas son unas cartas que obtenemos al ganar eventos o comprándolas para mejorar ciertos aspectos de nuestro vehículo, funcionando como las típicas cajas de botines. Con ellas podemos aumentar la potencia, velocidad punta, aceleración, el nitro, la potencia de frenada, el tiempo que permanecemos en el aire, mejorar el aterrizaje o la respuesta de los frenos, obteniendo un beneficio extra si las que colocamos son de un mismo fabricante. Cada coche tiene las suyas, por lo que no podréis cambiarlas de unos a otros. Es una tarea que os llevará bastante tiempo y en el que puede optarse por las microtransacciones, aunque no creemos que sean necesarias.

El escenario del juego es bastante amplio y ofrece multitud de pruebas a superar, vehículos a desbloquear y coleccionables ocultos. En general todo está muy bien planteado y resulta entretenido viajar por él, con diferentes ambientes que nos invitar a seguir jugando. Además podéis capturar vuestros momentos favoritos gracias a la incorporación de un modo foto con muchas posibilidades.

En cuanto a duración, la campaña principal puede completarse en unas 20 horas, tiempo que se ve ampliado si queréis realizar todas las tareas, probar otras dificultades y la rejugabilidad que ofrece. No hay que olvidar que además podemos participar en partidas clasificatorias o informales online, siendo esta vez posible jugar a la historia sin necesidad de estar constantemente conectados. Eso sí, pasar de la modalidad offline al online puede llevar bastante tiempo y se hace molesto.

Su apartado gráfico ofrece luces y sombras. Los escenarios son amplios y están muy detallados, mientras que los vehículos están perfectamente recreados, contando con transición entre el día y la noche. En lo negativo tenemos a unos personajes simples y poco expresivos, con efectos que afean el resultado. A ello hay que sumarle una carga tardía de texturas, popping y ciertas barreras invisibles. A pesar de todo, sigue siendo un título muy vistoso.

En el sonoro tenemos una gran selección de melodías que le aportan frenetismo a las carreras y potencian los momentos de acción, efectos conseguidos y un buen doblaje en castellano, aunque es cierto que a veces no concuerdan con la boca de los personajes y no todas las voces están al mismo nivel.

Need for Speed Payback sigue siendo tan divertido y entretenido como sus pasadas entregas, funcionando su fórmula bastante bien. Lo malo es que las novedades se sienten un tanto escasas, siendo lo mejor de éstas las pocas misiones principales de la historia. Pensamos que con un poco más de tiempo y dedicación se podría haber conseguido un producto más redondo, ya que aunque ofrece muchas posibilidades no llega a destacar en ninguna.

Si os gustó la anterior entrega y el parón de la saga os dejó con ganas de más, Need for Speed Payback no decepciona, aunque debería buscar algo realmente innovador.