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Vídeo análisis de South Park: Retaguardia en Peligro

Una de las franquicias más desternillantes regresa al mundo de los videojuegos con South Park: Retaguardia en Peligro, donde nuevos héroes tendrán que hacer frente a una amenaza que se cierne sobre la población.

Cartel South Park Retaguardia en Peligro
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Los gatos están desapareciendo de la ciudad, por lo que Cartman decide empezar a investigar el caso. Sin embargo, esta tarea no puede realizarla solo y decide llamar a sus amigos para comenzar un nuevo juego que, en esta ocasión, se centra en los superhéroes. Todo ello esconde una segunda intención, crear una franquicia de superhéroes para forrarse a costa del dinero conseguido con las películas y series que produzcan. Lo que no saben es que pronto se verán envueltos en una trama aún mayor.

Este juego tiene lugar justo después de los hechos acaecidos en La Vara de la Verdad, siendo precisamente Cartman el que decide que es hora de cambiar la temática. El trabajo realizado con el argumento es algo irregular aunque, gracias a unos diálogos llenos de humor que sirven como crítica social a ciertos temas actuales, tales como el racismo, los abusos sexuales o la corrupción entre muchos otros, y las inesperadas situaciones que viviréis a lo largo de la aventura, nunca se hace aburrido. Es un título que disfrutarán más los seguidores de la franquicia, ya que cuenta con elementos que enlazan directamente con la serie de televisión y montones de referencias a las últimas temporadas que los aficionados sabrán apreciar, estando cargado de detalles en cada rincón.

South Park: Retaguardia en Peligro es un RPG con batallas por turnos y grandes dosis de exploración, encontrando de vez en cuando pequeños puzles y minijuegos que amenizan su desarrollo. En general se muestra muy conservador con sus mecánicas jugables, aunque las batallas han recibido algunos cambios interesantes.

Nada más comenzar nos toca crear a nuestro héroe o heroína, eligiendo su pelo, maquillaje base, detalles faciales, ropa y accesorios. No hay que preocuparse mucho de la elección, ya que a lo largo de la aventura podemos cambiarlo tantas veces como queramos, más si tenemos en cuenta que vamos consiguiendo nuevos elementos para personalizarlo. Lo que no varía es el color de piel que, aunque en un principio parece indicar la dificultad del juego, sólo afecta a determinados aspectos de la historia, tales como el dinero o el trato que recibimos. Al avanzar en el juego vamos definiendo otros aspectos como nuestra fuente de poder, kryptonita, orientación sexual, religión, el nivel económico o posicionamiento entre otros, que también cambian el comportamiento de la sociedad con nosotros en función de lo elegido.

No pasa lo mismo en las batallas, que cuentan con tres niveles de dificultad entre los que elegir. Los combates comienzan al entrar en contacto con enemigos del escenario fácilmente reconocibles. Para obtener una pequeña ventaja, antes de comenzar las batallas podemos gasearlos y golpearlos, sucediendo lo contrario si nos sorprenden a nosotros. Una vez en el combate, encontraréis un escenario dividido en casillas que le aportan un nuevo componente estratégico muy interesante, ya que podemos desplazarnos por ellas para esquivar ataques, utilizar coberturas o bien intentar llevar a los enemigos hasta lugares en los que puedan impactar contra otros para ocasionarles un mayor daño entre otros usos.

Cada personaje tiene tres comandos diferentes entre los que elegir con una zona de acción que varían según el seleccionado y un tiempo de espera para volver a utilizarlos. Pueden ser ofensivos, defensivos o bien curativos, dependiendo estos de la clase que hayamos elegido, y aprendiendo más según avanzamos en el juego al desbloquear nuevas clases que podemos combinar con otras para elegir los que más se adapten a nuestros gustos. Todos estos movimientos se pueden potenciar con quick time events, al pulsar un botón en el momento oportuno.

Según avanza el combate, en la parte superior de la pantalla se va rellenando un medidor al recibir u ocasionar daños que, al completarse, nos permite desatar el poder definitivo. Un ataque muy poderoso capaz de acabar con grandes grupos de enemigos. Para que este indicador avance con más rapidez tenemos que pulsar un botón en el momento adecuado cuando nos atacan. Al avanzar en el juego desbloqueamos otros nuevos según la clase elegida, además de poder ejecutarlo con otros personajes, aunque todos comparten dicho medidor.

Al principio sólo disponemos de tres clases, desbloqueando hasta un total de diez entre las que elegir según avanzamos: Velocista, Brutalista, Destructor, Elementalista, Ciborg, Psíquico, Asesino, Cachivachero, Plantamante y Artista Marcial. Llegado el momento podremos cambiar entre ellas según las necesitemos, ya que hay algunas tareas que sólo se pueden realizar teniendo activadas unas determinadas.

También existe la posibilidad de utilizar objetos que nos sirven como ayuda. Entre ellos encontraréis poderosas invocaciones que, como consumibles, son de uso limitado. Por suerte, una vez desbloqueada su receta podemos crear tantas como nuestros materiales nos lo permitan, con un nuevo sistema de elaboración muy simple.

Cuando ganamos combates, como buen juego de rol, obtenemos experiencia con la que subir de nivel, lo que hace que mejoremos nuestras estadísticas generales y, llegado el momento, poder equipar más artefactos. Dichos útiles nos sirven para potenciar diferentes aspectos del personaje y se pueden crear al conseguir sus respectivas recetas.

Lo que más nos ha gustado es la parte de la exploración, con escenarios que, sin ser muy amplios, ofrecen muchas posibilidades. Desde un primer momento vemos elementos con los que no podemos interactuar y objetos que parecen inalcanzables, por lo que nos toca avanzar en la aventura hasta desbloquear habilidades que permitan realizar estas tareas. Gracias a ello se incentiva que volvamos en un futuro a lugares ya visitados, haciendo que sea muy divertido resolver unos puzles que, sin ser complicados, entretienen.

Estas localizaciones están cargadas de tareas optativas, tales como hacernos fotos con los ciudadanos para subirlas a Mapachegram y subir nuestro nivel de influencer, conseguir todos los yaoi de Craig y Tweek o rescatar a los gatos de Gran Gay Al entre otras. Además hay montones de objetos a conseguir como elementos para personalizar a nuestro personaje y materiales para crear útiles entre otros. La duración de la aventura ronda las 20 horas, tiempo al que hemos sumado las diferentes tareas secundarias, recoger sus múltiples coleccionables y descubrir todos sus secretos, siendo este uno de los aspectos negativos del juego.

En lo técnico no es ningún portento, aunque no necesita serlo para mantenerse fiel a la serie. Da la sensación de estar jugando en todo momento a un capítulo muy extenso, cargado de detalles y referencias que los aficionados sabran apreciar. Funciona con mucha fluidez, los tiempos de carga no son muy extensos y los efectos resultan muy vistosos, por lo que no tenemos quejas en este sentido.

El apartado sonoro también se muestra muy fiel, con melodías y sonidos extraidos directamente de la serie, siendo todos de una gran calidad. Mención especial al doblaje, que nos llega totalmente en castellano, siendo la mayoría de las voces las originales. Para los más puristas incluye además la opción de poner el audio en inglés y los subtítulos en nuestro idioma.

South Park: Retaguardia en Peligro demuestra una vez más lo que debe ser un juego basado en una franquicia, con montones de elementos que los fans sabrán apreciar y una jugabilidad que sabe divertir en todo momento. Quizás no sorprenda tanto como su primera entrega y sea algo sencillo, pero entretiene y sabe como sacarnos una carcajada. En esta ocasión no ha sido censurado, aunque no por ello se han puesto límites.

Un juego que, a poco que os atraiga su propuesta, nadie debería perderse, siendo tan crítico como divertido.