Switch

Vídeo análisis de Splatoon 2

Los ríos de tinta vuelven a correr con Splatoon 2, la continuación de la aclamada nueva saga de Nintendo que invita a los jugadores a competir por la victoria. Descubre las novedades incorporadas en esta secuela con nuestro análisis.

Cartel Splatoon 2
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La historia de este juego, la cual conoceréis en el modo Héroe al acceder a la alcantarilla, trata sobre la ciudad de Cromópolis, en la que el Gran Siluro, que suministra electricidad a la ciudad, ha desaparecido. La culpa, según nos cuenta Tina de las Calamarciñas, es del malvado ejército de los octarianos, por lo que nos mandan a vigilarlos, acabar con sus planes y recuperar el GranSiluro para devolver la normalidad al lugar como el Agente 4 del Comando Branquias.

Este modo se divide en cinco sectores, cada uno con una serie de niveles diferentes a superar - que antes debemos localizar en el escenario -, esperándonos en el último un poderoso jefe final. No es demasiado interesante, pero ha mejorado bastante con un desarrollo más entretenido, incluye guiños al primer juego y se han añadido algunos secretos que desbloquean extras bastante buenos para este y el resto de modalidades. Además sirve como practica para dominar los controles antes de pasar al multijugador, siendo los combates contra los jefes muy divertidos y desafiantes.

Splatoon 2 es un shooter que se desarrolla desde una perspectiva en tercera persona que, aunque tiene un modo dedicado para un jugador, se centra en la competición online. Nada más comenzar se nos permite personalizar nuestro avatar, eligiendo su sexo, color de piel, ojos, peinado y pantalones, aunque a lo largo del juego podemos modificarlo más en profundidad comprando diferentes objetos.

Los controles funcionan correctamente, y no tardaréis en aprenderlos gracias a un completo tutorial. Podemos desplazarnos libremente, al igual que girar la cámara con el stick analógico o bien utilizar el giroscopio. Junto a ellos tenemos un botón para disparar tinta, el salto, un arma especial muy potente de la que antes debemos rellenar su indicador para poder usarla o la posibilidad de transformarnos en calamar. Esta transformación es posible en cualquier lugar, aunque su efectividad mejora en zonas llenas de tinta de nuestro color, lo que nos permite recargar nuestras reservas, viajar con más rapidez, escalar por lugares que en principio parecen inalcanzables, atravesar rejillas o incluso utilizar transportadores. Si intentamos viajar por tinta que no es de nuestro color recibiremos daños y nos desplazaremos más lentamente.

La plaza de Cromópolis nos sirve como menú principal, desde donde accedemos a las diferentes modalidades del juego. Además de la alcantarilla del modo héroe, aquí se encuentra la Torre Pulpo, donde se haya el vestíbulo en la planta baja, un punto de encuentro online para combatir, subir de nivel y conseguir dinero para comprar armas y otros objetos. En este lugar hay diferentes modalidades, desbloqueándose algunas según subimos de nivel:

El primer modo es Amistoso, en el que nos enfrentamos a jugadores de todo el mundo en equipos por intentar pintar la mayor superficie posible. Con amigos es muy similar, sólo que uniéndonos a nuestros amigos. Privado nos permite crear partidas sólo para jugar entre amigos, ideal para organizar torneos. En Online Lounge podemos jugar y usar el chat de voz para comunicarnos, aunque el método para llegar a usarlo es bastante engorroso.

Por otro lado está el Competitivo, en la que luchamos contra jugadores experimentados una vez alcanzamos el nivel 10 para escalar en el ranking mundial. Este modo cuenta con tres opciones diferentes: Torre, en el que hay que dominar una torre para ir haciédonos con zonas hasta alcanzar el objetivo; Pez Dorado, que nos obliga a conseguir el pez dorado (el cual sirve además como arma) y llevarlo hasta el punto marcado del territorio enemigo, y Pintazonas, en el que nos toca pintar una determinada zona del mapa antes que nuestros rivales para dominarlo y aguantar un tiempo.

En último lugar tenemos el Torneo, que se desbloquea a partir del rango B- y nos permite librar combates extremos en grupos de dos o cuatro jugadores durante un determinado tiempo, consiguiendo diferentes medallas según nuestros méritos.

Fuera de la torre se encuentra una de las mayores novedades, el Salmon Run. Es un modo cooperativo para hasta cuatro jugadores en el que nos enfrentamos a grandes oleadas de enemigos nuevos mientras intentamos sobrevivir y recogemos huevos de salmón. El objetivo es recoger un mínimo de huevos antes de que se acabe el tiempo, dando así paso a la siguiente horda. Aquí no revivimos como en el resto de modalidades, sino que nuestros compañeros se tienen que encargar de hacerlo, por lo que la colaboración es esencial. Lo malo de este modo es que sólo está disponible a ciertas horas del día, algo que no acabamos de comprender. Al menos, si salimos victoriosos, las recompensas son muy buenas, como caviar rojo, ropa, arma o pagas especiales.

Al ganar combates en cualquiera de las modalidades online, vamos consiguiendo dinero para comprar equipamiento y experiencia con la que podemos subir de nivel. Esta experiencia es muy importante, ya que, además de permitirnos participar en nuevos modos al llegar a ciertos niveles, hace que nuestro equipamiento mejore si conseguimos buenos resultados generales.

En el salón recreativo El Remolino se reúnen los inkling con jugadores cercanos para librar combates o cooperar en batallas locales. También tenemos una Galería, un lugar cargado de tiendas en el que podemos comprar artículos para personalizar a nuestro avatar y diferentes armas, encontrando nuevos objetos al ir subiendo de nivel. Estos objetos son muy importantes, ya que conceden diferentes ventajas muy útiles para los combates.

Existen otras tiendas, como las de comida o bebida, con las que potenciar temporalmente ciertas capacidades. También se ha incluido un minijuego de baile que nos invita a pulsar una serie de botones llevando el ritmo, con montones de canciones a desbloquear. Eso sí, se han quitado los minijuegos que había en las pantallas de carga.

Los amiibo son compatibles con este juego, y nos permiten desbloquear atuendos especiales, guardar a nuestro personaje en la figura y otros secretos que preferimos que descubráis vosotros mismos.

Nintendo además ha lanzado la aplicación Nintendo Switch Online. Dentro de la misma encontraréis la SplatNet2, donde podemos consultar los horarios en los que aparecerá cada escenario, estadísticas generales o resultados entre otros. Además podemos comunicarnos con otros jugadores o invitar a amigos.

El apartado gráfico sigue siendo tan vistoso como en la anterior entrega, ya sea en el modo televisor o en el portátil. Hace gala de un gran colorido, con personajes bien diseñados, modelados y animados. Los escenarios son amplios y están cargados de rutas diferentes y detalles, funcionando además con mucha fluidez en todo momento. Lo malo es que a cambio cuenta con una resolución dinámica, lo que hace que en ocasiones los elementos lejanos no sean muy claros, y le falta antialiasing. Algo que echaréis de menos es la segunda pantalla de Wii U, que nos permitía consultar el mapa en cualquier momento sin necesidad de abrir el menú emergente.

La banda sonora es muy original, divertida y pegadiza, a lo que hay que sumarle unos geniales efectos de sonido que nos meten de lleno en las peleas y nos indican la posición de otros jugadores. Está completamente traducido al castellano, con un trabajo tan bueno como el de otras producciones de Nintendo.

Splatoon 2 conserva la diversión que ofrecía el primer título, destacando sobre todo el multijugador competitivo online y el Salmon Run. El modo para un jugador es más completo y entretenido que su precuela, con un desarrollo que nunca se hace pesado por su variedad. Quizás no se observe demasiada evolución, pero los nuevos contenidos, modalidades y la posibilidad de jugar en cualquier parte hará que no defraude a sus seguidores.

Un gran juego para estrenar la consola si su propuesta os atrae, con montones de contenidos que aseguran multitud de horas de juego. Así que ya sabéis, si vais a jugar, no os andéis con medias tintas.