PC
Xbox One
PS4
Switch

Vídeo análisis de Super Bomberman R

Uno de los personajes más queridos por los veteranos del mundo de los videojuegos regresa con Super Bomberman R, que tras su debut en Nintendo Switch llega ahora a PlayStation 4, Xbox One y PC. Os hablamos sobre él en profundidad con nuestro análisis.

Cartel Super Bomberman R
Play

Super Bomberman R es un juego de estilo arcade en el que usando bombas que explotan perpendicularmente tenemos que derribar obstáculos y enemigos, encontrando muchos potenciadores escondidos por los escenarios que poco a poco os harán más poderosos, aunquetambién hay algunos que proporcionan desventajas. La saga fue creada por Hudson Soft, pero tras su desaparición Konami se hizo con los derechos del personaje y ha desarrollado este título en colaboración con Hexadrive.

Nada más comenzar veréis que hay dos opciones entre las que elegir: Estándar, que viene a ser el juego tradicional, y Gran Premio, donde dos equipos de hasta tres jugadores cada uno compiten entre ellos en pantallas diferentes usando personajes con habilidades especiales. Del Gran Premio poco más hay que contar a pesar de ser tan entretenido como siempre enfrentarnos a otros jugadores, pero donde encontraréis más contenidos es en el clásico.

La modalidad Estándar se dividide a su vez en otras bien diferenciados. En primer lugar tenemos Batalla, donde hasta 4 jugadores pueden competir a la vez en el modo local (a diferencia de los 8 de Switch al conectar cuatro consolas), conocido como Batalla Multijugador, o bien optar por el online, Batalla en línea, para que participen hasta 8. Aquí contamos con varios parámetros para personalizar la partida, ya sean las reglas, los sets que se jugarán o el tiempo que duran entre muchas otras opciones, para después pasar a seleccionar uno de los escenarios disponibles, ya sean normales o especiales, y a los personajes que participarán. Si no contamos con suficientes jugadores siempre puede participar alguno controlado por la IA.

A continuación se encuentra el modo Historia, donde nos toca superar más de 50 fases divididas en cinco mundos, ya sea en solitario o colaborando con un amigo. Aquí, el malvado emperador Buggler pretende arrasar el universo con sus leales esbirros, los Cinco Viles Bomber. Para poner  fin a sus planes contamos con la ayuda de los hermanos Bomberman, quienes unirán fuerzas para acabar con todos ellos. Como véis, el argumento no es nada del otro mundo e incluso nos parece un tanto prescindible.

Los niveles, por su parte, resultan entretenidos, con montones de trampas, interruptores y secretos a descubrir, si bien esperábamos algo más de ellos. Eso sí, se agradece que haya diferentes objetivos además de eliminar a todos los enemigos, como encontrar unas llaves ocultas por los escenarios o bien rescatar a unos personajes que debemos llevar hasta cierta zona sin que sufran daños. Las vidas son limitadas y, si queréis continuar, necesitaréis monedas para poder comprar más.

Lo mejor de todo llega en las últimas fases de cada mundo, donde encontramos a cada uno de los Cinco Viles Bomber y su respectiva criatura mecanizada. En estas batallas la dificultad se dispara, siendo los enfrentamientos contra los personajes muy desafiantes, mientras que a los robots hay que derrotarlos localizando sus puntos débiles.

Las mecánicas jugables son muy sencillas, teniendo la opción de desplazarnos libremente por los escenarios, girar ligeramente la cámara y colocar bombas que explotan perpendicularmente. Como peculiaridad, hay algunos personajes que tienen habilidades especiales, si bien muchas de ellas no son demasiado útiles. También hay potenciadores que aumentan el alcance de las explosiones, que permiten que dichas explosiones sobrepasen obstáculos o que aumentan la velocidad del personaje entre otros. Además hemos notado una mejora en la respuesta de los controles, haciendo que la experiencia sea más satisfactoria.

Al completar niveles o ganar partidas vamos consiguiendo unas monedas que, como hemos contado, podemos invertir en comprar continuaciones en el modo historia o bien acceder a la Tienda para hacernos con nuevos contenidos. Aquí podemos comprar accesorios para la cabeza de los personajes, más escenarios e incluso personajes entre los que se encuentran algunos icónicos de Konami sacados de sagas como ZOE, Silent Hill o Castlevania entre otros. Como novedad, se ha añadido un personaje nuevo por versión: tenemos al Jefe Maestro para Xbox One, Ratchet & Clank para PlayStation 4 y a P-Body para PC, cada uno con sus propias habilidades.

En general es un juego entretenido, sobre todo en la vertiente multijugador, pero es cierto que se nos queda algo escaso de contenidos y a la larga puede volverse un tanto repetitivo, sobre todo porque no hemos encontrado ninguna novedad de peso. Al menos se agradece que el online sea tan divertido, si bien hará falta una buena comunidad de jugadores para mantenerse vivo.

El apartado gráfico no está nada mal dentro de su simpleza, con personajes bien modelados y animados junto con unos buenos efectos. Los escenarios, por otra parte, no nos han acabado de convencer, con diseños simples y algunas texturas que resultan un tanto confusas y no nos dejan distinguir bien las diferentes alturas, algo que afecta directamente a las batallas. Al menos todo funciona con mucha fluidez.

En el sonoro tenemos melodías animadas pero que no destacan demasiado, buenos efectos y voces simpáticas en inglés para las escasas conversaciones que encontraréis a lo largo del juego. Comentar también que todos los textos nos llegan en completo castellano.

Super Bomberman R, como conclusión, conserva toda la esencia de la franquicia, destacando sobre todo las batallas multijugador. Es entretenido, si bien esperábamos alguna novedad más notable y modos en solitario mejor trabajados, ya que los escenarios y enemigos de la historia dejan bastante que desear más allá de los jefes. Al menos, si conserva una buena comunidad, sigue siendo muy entretenido combatir contra otros jugadores.

Un título que recomendamos a todos aquellos que quieran pasar un buen rato con los amigos, donde destaca toda la diversión que saben transmitir los juegos arcade.