Vídeo análisis de Sword Art Online: Lost Song
Bandai Namco nos trae Sword Art Online: Lost Song, la nueva entrega de la franquicia SAO para PlayStation 4 y PSVita.


Su historia nos lleva hasta Svart ALfheim, una nueva zona incluida en el juego tras el lanzamiento de una expansión, donde Kirito y el resto de miembros de su equipo buscan un nuevo desafío a superar. Sin embargo, en el camino se encuentran con un gremio llamado Shamrock, que cuenta con jugadores veteranos entre sus filas para progresar en el juego. Dicho gremio está dirigido por la idol y científica de fama mundial Seven, utiliza la expansión para ejecutar un experimento social en masa, aunque sus intenciones no parecen ser oscuras.
Jugablemente estamos ante un juego de rol que simula ser un MMO, encontrando montones de personajes con los que conversar en los escenarios y compañeros con los que podemos formar hasta un equipo de tres, estando todos muy diferenciados entre sí. La interfaz ahora es bastante más simple y accesible, evitando engorrosos menús innecesarios. Los enemigos son muy numerosos y visibles en todo momento, por lo que podemos decidir si entrar en combate.
Las batallas en esta ocasión son más estratégicas que en anteriores títulos de la saga, desarrollándose en tiempo real y pudiendo incluso combatir desde el aire con movimientos de 360º. Contamos con un ataque normal y otro fuerte que gasta poco a poco la resistencia, diferentes habilidades que consumen la barra de magia y la posibilidad de esquivar o defendernos de los enemigos y correr. Tanto el medidor de resistencia como el de magia se rellenan con el paso del tiempo, por lo que pueden ser utilizadas a menudo. Junto con los ataques y habilidades contamos con los objetos, muy necesarios para las batallas más duras.
Hay un medidor especial llamado Unión que cuando se recarga nos permite realizar ataques combinados, elevándose todas las características de los personajes.
Contamos con diferentes tipos de armas con las que acabar con los enemigos, ya sea para ataques cuerpo a cuerpo o a distancia, siendo unas más efectivas que otras contra ciertos tipos. Cada personaje puede equipar las de su estilo, por lo que debemos cambiar de líder para usar algunas de ellas.
En cuanto al vuelo, que sólo puede realizarse en espacios abiertos y hasta una determinada altura, es muy sencillo de realizar, pulsando izquierda o derecha para que aparezcan las alas y con el botón X ascendemos y descendemos. También podemos pulsar arriba para que nuestro personaje vuele hacia adelante con rapidez, gastando barra de resistencia si utilizamos un viaje aun más rápido.
A medida que ganamos combates obtenemos experiencia con la que aprendemos nuevas habilidades para nuestros personajes, además de mejorar poco a poco su habilidad con el arma que llevemos equipada en ese momento. También conseguimos dinero con el que comprar nuevo equipamiento.
Al igual que en los MMOs, podemos utilizar conversaciones preestablecidas para poder comunicarnos con otros jugadores, aunque no es algo que utilicemos mucho.
Hay un radar en la esquina superior derecha que nos indica el objetivo principal con una esfera naranja, así como los diferentes enemigos que hay en la zona, marcados éstos de color rojo. Aquí también podemos ver la posición de nuestros personajes y la de otros jugadores que se encuentran en el campo de batalla, siendo algunos de ellos peligrosos. Las misiones secundarias no suelen aparecer en este radar, aunque pueden consultarse desde el menú en cualquier momento.
La Ciudad Flotante de Ryne nos sirve como base. En ella podemos descansar, mejorar y comprar equipamiento y objetos, conocer a nuevos aliados y formar nuestro grupo, aceptar misiones o acceder incluso a una galería situada en nuestra habitación, siendo además el único lugar donde podemos guardar la partida. Hay muchas tareas por realizar, asegurando montones de horas de entretenimiento. Desde aquí también partimos hasta los diferentes destinos de los cuales hemos activado con anterioridad el teletransportador.
Los escenarios están cargados de secretos, encontrando montones de coleccionables ocultos en cada rincón. Al poder volar este apartado se amplía enormemente, siendo realmente complicado localizar algunos de ellos. Conversar con los personajes también es muy importante, ya que podemos incluso desbloquear nuevas vestimentas para nuestros protagonistas.
No todos los lugares son abiertos, también encontramos mazmorras con pequeños puzles fáciles de resolver. Estos lugares están plagados de trampas y enemigos, con desafiantes jefes finales esperándonos al final de dicho lugares. Algo que no nos ha gustado demasiado es la poca variedad en cuanto al diseño de las mismas, resultando bastante monótonas.
Los enemigos son muy numerosos, pero no muy variados entre sí, con mecánicas de ataques simples y fáciles de comprender. La dificultad viene dada por la gran cantidad de ellos en determinadas zonas, quedando algunos fuera de nuestro campo de visión y haciendo que sean complicados de esquivar. Al menos los jefes finales son más complejos y cuentan con varias barras de vitalidad, haciendo más entretenidas las batallas.
Junto a todo ello contamos con misiones multijugador cooperativas y batallas contra otros equipos, aunque encontrar una partida puede llegar a ser algo pesado.
Gráficamente destacan la amplitud de algunos escenarios, con diseños muy buenos, funcionando todo fluidamente a 60 fotogramas por segundo. Los personajes también están bien diseñados, pero su modelado y especialmente las animaciones son mejorables. Tampoco nos han gustado las mazmorras y la poca variedad de enemigos, siendo muy simple en este aspecto, con una cámara que da problemas al enfrentarnos a rivales de gran tamaño.
La banda sonora cuenta con temas variados que acompañan bien a la aventura, aunque no destacan demasiado. Los efectos, al igual que el doblaje en japonés, están bastante bien, por lo que no tenemos ninguna queja en cuanto a este apartado. Además viene completamente subtitulado en castellano, pudiendo seguir su argumento o comprender su mecánica jugable fácilmente.
En conclusión, Sword Art Online: Lost Song mejora lo visto en la anterior entrega de la saga, con una interfaz más simple y una mayor libertad de exploración, siendo la capacidad de vuelo uno de los mayores atractivos de este juego. Los controles son sencillos de comprender y dominar, aunque los combates pueden llegar a cansar en determinados momentos debido a su simplicidad.
El apartado gráfico no está nada mal, destacando sobre todo los escenarios abiertos, pero echamos en falta más variedad de mazmorras y enemigos, así como mejores animaciones para los personajes. El sonoro, por otra parte, cumple.
Sword Art Online: Lost Song es un título entretenido a pesar de sus carencias, con una duración más que decente.