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Vídeo análisis de Wonder Boy The Dragon's Trap

El clásico Wonder Boy: The Dragon´s Trap regresa con un apartado audiovisual adaptado a los tiempos que corren gracias a Lizardcube y DotEmu, pero consevando la jugabilidad que hacía grande a la saga. Adéntrate en su mágico mundo con nuestro análisis.

Cartel Wonder Boy The Dragon
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Su historia nos habla sobre Wonder Boy (o Wonder Girl), que viaja a través de Monster Land superando diversas dificultades para lograr su objetivo en el Castillo del Monstruo, acabar con el legendario Meka Dragón. Lo que no sabía es que este dragón tiene el poder de lanzar maldiciones a sus enemigos y, tras derrotarlo, es transformado en una especie de lagarto. Nuestro objetivo es muy simple, recorrer su enorme mundo en busca de la Cruz de Salamandra, un objeto mágico con el poder de eliminar maldiciones.

Wonder Boy: The Dragon´s Trap es un juego de plataformas, acción y aventuras con ligeros toques roleros en el que nos toca explorar un gran mundo cargado de secretos. Nada más comenzar se nos da a elegir entre Wonder Boy o Wonder Girl, aunque la elección no tiene una gran importancia, ya que pasamos la mayor parte del juego transformados en diversas criaturas. Se divide en tres dificultades: fácil – con enemigos más sencillos de derrotar y donde aparecen más corazones -, normal – que ofrece una experiencia parecida a la del título original - y difícil – cuyos enemigos son más poderosos y nos obligan a completar el juego con rapidez por un cronómetro que merma nuestra salud -.

Lo mejor de este juego son las transformaciones que sufre nuestro protagonista, que ofrecen distintas posibilidades jugables que tenemos que aprovechar si queremos progresar. Además de la forma humana, tenemos un total de cinco transformaciones que vamos desbloqueando según avanzamos. El Lagarto, que escupe fuego para atacar a distancia y es bastante poderoso. El Ratón, ideal para pasar por espacios reducidos o pegarse a unas determinadas superficies que le permiten llegar hasta nuevas zonas, aunque su rango de ataque es muy corto y el poder algo flojo. Con la Piraña podemos nadar y atacar con la espada. El León tiene un salto y ataques muy potentes. Y por último el Halcón, que puede surcar los cielos para llegar hasta lugares que en principio parecían inalcanzables. Algunas de éstas incluso llevan escudos que les permiten repeler ciertos proyectiles.

Al principio sólo tenemos acceso a las transformaciones cuando derrotamos a los jefes y nos obligan a viajar con ellas un tiempo, pero según progresamos encontramos nuevos métodos para hacerlo. No existe ningún tipo de tutorial, lo que nos invita a descubrir las habilidades de cada una de estas transformaciones. Tampoco esperéis que os lleven de la mano, ya que estamos ante un enorme mundo abierto que tenemos que explorar para conseguir avanzar mientras intentamos descubrir todos sus secretos.

Los controles siguen funcionando muy bien a pesar del paso de los años, y se han hecho pequeños ajustes para hacer que la experiencia sea más satisfactoria. Tenemos un botón para saltar, otro para atacar y las habilidades propias de cada criatura, además de ciertos útiles que recogemos por los escenarios para combatir. Los corazones indican nuestra vitalidad y de vez en cuando podréis recuperarlos al encontrarlos en cofres o de los enemigos derrotados, así como sumar nuevos contenedores en lugares específicos. Cuantos más contenedores, más sencillo resulta avanzar, aunque existen unas pociones limitadas que recuperan por completo la vitalidad si nuestro personaje muere, por lo que recomendamos llevar las máximas posibles. Si por casualidad morimos, volvemos al lugar inicial de la aventura conservando el dinero obtenido y tenemos la posibilidad de conseguir una útil poción en una ruleta, haciendo que sea más sencillo avanzar pero teniendo que repetir todo el recorrido que lleváramos hecho.

El dinero es muy importante y se puede conseguir al derrotar enemigos o de los cofres entre otros. Con él podemos curarnos en las enfermerías, comprar pociones o adquirir nuevo equipamiento que mejora las estadísticas de nuestro personaje. También hay equipamiento especial que nos permite realizar ciertas acciones, pero preferimos que lo descubráis vostros mismos.

Los enemigos son muy variados y cuentan con patrones de ataque y movimientos que los diferencian a unos de otros, dividiéndose en diferentes colores que nos indican su dureza. Algunos os darán más de un quebradero de cabeza, ya que son difíciles de alcanzar. Lo jefes nos han decepcionado un poco más, con una pauta de movimientos muy simple que no tardaréis en aprender.

La duración del juego no es muy extensa - se puede completar en unas seis horas -, pero descubrir todos sus secretos os llevará mucho más tiempo. No hay que olvidar su dificultad, que en ocasiones os hará comeros la cabeza si no dáis con el camino correcto. Además tenemos una galería en la que vamos desbloqueando diseños y vídeos muy interesantes y entretenidos de ver.

Como curiosidad, podemos utilizar las contraseñas que teniamos del juego original para cargar nuestra antigua partida, funcionando igual a la inversa. Pero no os preocupéis, ya que también tenemos bloques en los que la partida se irá guardando automáticamente.

El apartado gráfico es uno de los aspectos que más llaman la atención desde el primer momento, con preciosos diseños y criaturas perfectamente animadas a mano. Hace gala de un colorido muy llamativo y efectos geniales, no importando recorrer las mismas localizaciones una y otra vez por su belleza. Pero eso no es todo, ya que en cualquier momento y pulsando un simple botón podemos activar el modo Retro, con el que podemos ver y comparar el estilo actual con el de 8 bits.

Sus melodías tampoco se quedan atrás, ya que han sido reorquestadas de manera espectacular y, al igual que en los gráfios, podemos optar por escuchar cuando queramos la original chiptune. Los efectos también son bastante buenos, a lo que hay que sumarle el hecho de que sus textos nos lleguen en completo castellano.

Wonder Boy: The Dragon´s Trap es todo un homenaje al clásico juego de acción y aventuras que los fans del género no deberían perderse. Jugablemente es una delicia, con pequeños ajustes que hacen que la experiencia sea aún más satisfactoria. Es un título que invita a la exploración y, aunque puede completarse en pocas horas, la cantidad de secetos que esconde os mantendrá enganchados durante mucho tiempo.

Los amantes de los juegos retro estarán encantados con este título, siendo un verdadero placer poder cambiar en cualquier momento los gráficos y los sonidos clásicos por los modernos y realizar diferentes combinaciones.