Vídeo análisis de Yomawari Night Alone

Su historia nos pone en el papel de una niña que está paseando a su perro Poro. Pero, debido a su falta de cuidado, un desafortunado accidente acaba con su querida mascota. Cuando regresa a casa arrastrando la correa, su hermana corre en busca del perro. La pequeña, al verse sola, sale tras su hermana, pero la ciudad que se encuentra no es la que recordaba, se ha convertido en una pesadilla en la oscuridad. Manejando a la chica nos toca localizar a su hermana y al perro para intentar poner fin a esta situación.

Yomawari: Night Alone es un juego de supervivencia que nos desafía con el inquietante frío de la noche que cubre la ciudad. Equipados con un linterna nos toca iluminar ciertas zonas para intentar encontrar pistas y objetos con los que interactuar, apareciendo normalmente un pequeño destello para identificarlos. Podemos correr, aunque está limitado por una barra de resistencia.

Mientras exploramos los escenarios, de vez en cuando aparecen signos de interrogación, lo que nos indica que debemos investigar a fondo esa zona. Al localizar algo con lo que podemos interactuar aparece un signo de admiración. Cada vez que encontramos pistas la noche avanza, pudiendo consultar eventos previos desde el diario de la joven.

Pero nada es sencillo, ya que, en algunos lugares de la ciudad, un escalofrío inexplicable está al acecho. Un temor que se siente en la oscuridad nos persigue. Al estar cerca de la luz o alumbrarlos es posible averiguar quién o qué es, pero esto es peligroso. Si estas criaturas nos atrapan perdemos la vida, lo que nos llevará de vuelta hasta la casa de la pequeña o el último punto de control que hayamos visitado. Contamos con un sistema de palpitaciones que nos indican la distancia a la que se encuentran los espíritus, vibrando la pantalla con más intensidad cuanto más cerca están. Cuando late muy rápido no podemos correr por mucho tiempo y algunas acciones no están disponibles.

Para escapar de los espíritus podemos escondernos en los arbustos y tras ciertas señales. Mientras permanecemos ocultos no veremos nada, por lo que nos tenemos que guiar por los destellos rojos que aparecen junto al latido del corazón para saber su ubicación. También hay objetos que nos ayudan a librarnos rápidamente de estos espíritus, por lo que comprenderlos y utilizar el adecuado puede salvarnos en más de una ocasión.

Podemos llevar encima los objetos que encontramos mientras exploramos, siendo muy útiles y en ocasiones la clave para progresar en el juego. Hay piedras, que usamos como distracción para las criaturas o que podemos colocar como marcador, monedas que podemos gastar en estatuas de Jizo para un guardado rápido y palas para excavar con el fin de encontrar útiles y para darle otros usos. Gracias a todo ello tenemos acceso a nuevas zonas, avanzando así poco a poco en su historia.

Con el fín de obtener más información sobre el paradero de Poro y su hermana, tenemos que interactuar con carteles o rebuscar en la basura. De vez en cuando incluso escucharemos rumores y leyendas que pueden revelar pistas sobre su localización.

Cuando buscamos podemos encontrarnos con espiritús que se comportan de manera extraña. Muchos de ellos tienen un pasado trágico y, como la niña, merodean por la noche en busca de algo. Si los observamos con atención encontraremos la razón por la que están atrapados o lo que buscan.

Su apartado gráfico está creado en 2D, con personajes chibi bien recreados y con buenas animaciones, escenarios amplios bastante detallados y efectos, como la iluminación, que hacen que en general resulte muy llamativo. Funciona con mucha fluidez, aunque tampoco es un título que debería exigir demasiado.

La banda sonora brilla por su ausencia, dando la sensación de vacío y soledad gracias a una genial ambientación y efectos trabajados. Los personajes no tienen voces, apareciendo sólo los textos en inglés.

Yomawari Night Alone es un título de terror con una historia entretenida y una jugabilidad simple que se adapta a todo tipo de jugadores. La ambientación está muy conseguida y sabe comomantenernos en tensión, haciendo que en cada esquina que crucemos encontremos sorpresas. Lo peor de todo es su corta duración, pudiendo completarse en unas cuatro horas y siendo además poco rejugable.

Tecnicamente no está nada mal, apostando por dibujos bidimensionales, tanto para personajes como para escenarios, y unos efectos muy logrados. En el sonoro destacan los efectos de sonido, que saben trasmitir la sensación de soledad que buscan.

Si os gusta el género y su idioma no es un problema para vosotros, es un juego bastante bueno, aunque su duración quizás no compense el precio de lanzamiento.