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Vídeo análisis del simulador de conducción DiRT Rally

Tras una larga espera, la saga de rally de Codemasters regresa con Dirt Rally para PlayStation 4, Xbox One y PC, siendo el juego más completo de toda la franquicia. Preparaos para desafiantes carreras en este gran simulador que pondrá a prueba vuestra pericia con el volante.

Dirt Rally
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Dirt Rally nos ofrece una experiencia muy realista y, a pesar de las muchas ayudas disponibles, tremendamente desafiante. Cuenta con seis rallies divididos en 70 etapas en las que nuestro objetivo es llegar desde la salida hasta la meta en el menor tiempo posible, ya sea atravesando bosques, desafiando a la muerte por laderas o caminos de montaña realmente estrechos entre muchos otros. A lo largo de estas etapas encontramos una gran variedad de terrenos que cambian totalmente nuestro estilo de conducción, por lo que recomendamos ajustar las especificaciones de nuestro vehículo antes de afrontar cada carrera.

A diferencia de la anterior versión lanzada para PC digitalmente, ahora se han incluido unos veinte tutoriales bastante completos, aunque el ensayo y error sigue siendo el mejor método de aprendizaje, por lo que es casi inevitable tener un accidente en los primeros compases del juego. Es un juego que nos recompensa por el riesgo que tomamos, obligándonos a ir al límite para conseguir los mejores tiempos. El conocer el trazado, la configuración de nuestro vehículo y hacer caso a las indicaciones de nuestro copiloto es esencial para conseguir ganar carreras. Las sensaciones mejoran con cada partida, donde cada fallo penaliza mucho en el resultado general, haciendo que aprendamos de ellos poco a poco y que las victorias sean aún más satisfactorias. Los vehículos responden muy bien a los mandos, con controles para cada uno muy diferenciados del resto.

Para capturar la esencia de cómo se siente el correr por distintas superficies, han introducido nuevos modelos para el diferencial, la suspensión, el mapa del motor y el modelado del turbo. Esto hace que las superficies sueltas se acumulen bajo nuestras ruedas durante los deslizamientos y de una mayor sensación de realismo gracias a la fidelidad de las físicas.

Al igual que en los rallies reales, el tener las herramientas, la estrategia y el equipo adecuados es fundamental para ganar, contando con unos 45 vehículos emblemáticos y relevantes a nuestra disposición que van desde coches clásicos hasta actuales. Estos sufren daños, teniendo que repararlos, actualizarlos, configurarlos y tunearlos para adaptarlos a nuestro estilo de juego y al terreno, haciendo que gane en opciones estratégicas. También podemos contratar y despedir a los miembros de nuestro equipo, teniendo cada uno de ellos diferentes habilidades como la mejora en los tiempos de reparación para las partes del coche. A medida que trabajamos juntos adquieren experiencia que les permite aprender nuevas habilidades y mejorar su rendimiento.

Entre los modos de juego destacan los Campeonatos, donde empezamos desde lo más bajo para intentar alcanzar la cima contratando a un jefe de equipo e ingenieros. Cada carrera victoriosa nos proporciona dinero que nos permite adquirir nuevos vehículos y partipar en nuevos eventos, siempre teniendo que cuidar nuestro coche durante la carrera para no quedarnos sin fondos.

Junto a esta modalidad están los Eventos Online, con retos diarios, semanales o mensuales para conseguir más dinero o simplemente para competir por ser el mejor con otros jugadores online, y las Ligas, donde podemos crear nuestras propias ligas o unirnos a una ya creada por la comunidad de jugadores, siendo éstas totalmente personalizables.

Aunque no son muchos modos, el hecho de tener que aprendernos a la perfección cada uno de los trazados para conseguir los mejores tiempos hace que sea un título muy duradero y que en ningún momento se haga repetitivo. Además se han añadido las categorías de Super 1600 y Classic Mini, siendo así algo más completo.

Gráficamente es un juego bastante bueno, con coches y circuitos bien modelados, una iluminación muy lograda, efectos climáticos, físicas tremendamente realistas y un sistema de daños que afecta a la conducción. Los efectos de los diferentes circuitos están muy conseguidos, tales como el polvo, el barro o el humo, con una gran distancia de dibujado y mucha fluidez en las carreras. Hay pequeños detalles mejorables, pero en general resulta muy vistoso.

En el sonoro lo que más destaca son las voces del copiloto, que nos acompañan durante toda la carrera y que, por suerte, nos llega completamente en castellano, por lo que no tendréis problemas al escuchar sus indicaciones. Los efectos de sonido también son bastante buenos, recreando muy bien el sonido de los motores, roturas del coche, choques o el roce de los neumáticos contra las diferentes superficies. Las melodías sólo están disponibles en los menús y no se hacen nada pesadas.

Dirt Rally es, como conclusión, un título de conducción realmente exigente y realista que hace que cada victoria sea tremendamente satisfactoria. La respuesta de los coches es muy buena y conducir por los diferentes trazados es una experiencia única, teniendo que adaptar nuestros vehículos a dichas superficies. Los modos de juego son algo escasos y puede dar la sensación de poco contenido, pero al tener una dificultad tan bien ajustada no nos ha resultado aburrido o repetitivo.

Su apartado gráfico es muy bueno, con unos circuitos bien detallados, vehículos cuyas físicas han sido cuidadas al máximo y efectos logrados, funcionando con mucha fluidez. Las voces del copiloto resultan muy convincentes y los efectos de sonido están también conseguidos.

Para aquellos a los que les gusten los buenos simuladores de conducción, Dirt Rally es un juego imprescindible, ofreciendo una experiencia muy realista.