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Vídeo análisis Samurai Warriors 4 Empires

Tras nueve años, Koch Media y Koei Tecmo traen de vuelta la saga Empires con una nueva entrega llamada Samurai Warriors 4 Empires, que ofrece una visión alternativa a los sucesos de Samura Warriors 4.

Samurai Warriors 4 Empires
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Su argumento es muy simple, teniendo que elegir a personaje y configurar una partida en la que comenzamos desde los rangos inferiores del ejército para progresar de forma gradual hasta gobernar todo el terreno a través de nuestras conquistas. Aquí contamos con dos modalidades de juego: el Modo Conquista, donde elegimos un escenario y un clan para conseguir los objetivos que nos marcamos, y el Modo Génesis, que nos permite editar los escenarios con nuestras propias especificaciones y hacer una versión propia del juego.

Jugablemente estamos ante un título más centrado en la estrategia que en la acción, desarrollándose la mayor parte del juego en nuestra base, el Castillo. El Castillo es donde tomamos las decisiones previas y posteriores a la batalla, llevando el juego a una zona más estratégica. Este nos sirve como centro de mando, donde podemos regular los asuntos internos y exteriores, elaborar estrategias militares y políticas, o utilizar las habilidades de nuestros oficiales aliados para hacer crecer nuestro ejército, su poder y la lealtad.

Al comienzo es una zona de pequeñas habitaciones, aunque puede crecer hasta ser una fortaleza de diferentes niveles,  pudiendo utilizar la interfaz del Castillo para asignar diversas tareas y conceder títulos de Magistrado a nuestros oficiales más valiosos y fiables. Estas tareas pueden variar desde el reclutamiento a la diplomacia, o desde el desarrollo a la estrategia. Independientemente de lo que seleccionemos, elegir cuidadosamente a los aliados según sus habilidades nos permite conseguir mejores resultados. Las relaciones vuelven a ser esenciales, ya que al hermanar a oficiales aliados con una disposición amistosa crea sinergias, produciendo así mejores y más rápidos resultados. Al estar los oficiales inspirados en figuras históricas con personalidades reales, si les asignamos la posición apropiada hace que se generen propuestas únicas que desencadenan eventos específicos.

Junto a todo ello, el Castillo puede utilizarse también para preparar la batalla. El Magistrado Militar analiza la situación y nos hace propuestas para ayudar en la batalla, los Magistrados de Asuntos Exteriores nos sugieren alianzas e intervenciones diplomáticas, y los Estrategas presentan ideas para sabotear y debilitar al enemigo. Con su ayuda decidimos como afrontar el campo de batalla. En total podemos poner hasta dos magistrados en cada habitación.

El vínculo entre la fase de estrategia y la de batalla es muy grande. Las subidas y bajadas de los parámetros del clan, junto con los efectos de las decisiones políticas, ejercen una gran influencia en las batallas. El oro, los suministros, los efectos, la lealtad, las formaciones o las tácticas de batalla cambian la forma en que luchamos. Cuanto más completa es nuestra preparación en el castillo, mayor es la ventaja que tenemos en el campo de batalla. El estilo de combate también cambia dependiendo de la categoría política que elegimos.

Los combates en este título siguen el estilo de “Batallas de Bases” de la saga Empires. Al reclamar bases enemigas y convertirlas en aliadas, podemos establecer “líneas de suministro” que unen nuestras fortalezas en el campo de batalla. Al trabajar junto con nuestros aliados, y sabiamente distribuir los puntos de ataque, podemos llevar nuestras filas hasta el campo principal enemigo. Aunque mantiene el estilo de combate uno contra miles, este añade una amplia gama de elementos estratégicos, desde la planificación de una ruta de ataque, para decidir que personajes utilizar, hasta que órdenes dar a otros oficiales aliados. Para dar dichas órdenes contamos con los botones direccionales del mando, siendo muy sencillo e intuitivo de manejar.

Cuando pasamos a la acción siempre tenemos la misma misión, acabar con oficiales para que resulte más sencillo que nuestras tropas avancen, hacernos poco a poco con sus bases y finalmente luchar contra un jefe, teniendo un tiempo muy limitado para realizar esta tarea. Contamos con dos botones de ataque, uno fuerte y otro débil, que combinados dan lugar a diferentes acciones, un botón de salto, otro para llamar a nuestro caballo, un medidor que permite realizar ataques especiales al rellenarse y unas esferas que poco a poco se cargan y que, cuando todas están llenas, podemos activar para volver a nuestro personaje muy poderoso momentáneamente. Estas esferas también nos ayudan a abrirnos paso entre las tropas si nos vemos en apuros.

Al forjar una relación entre oficiales, se nos permite cambiar entre ellos en el campo de batalla. Las relaciones pueden formarse al nombrar oficiales del mismo magisterio y luchar juntos en batalla. Cuantas más relaciones se establezcan, más opciones tenemos en batalla. Los oficiales también pueden utilizar formaciones que se dividen en ataque, defensa y velocidad, siendo muy útiles para conseguir ventaja en el terreno. Otro factor importante son las tácticas de batalla, de las que encontramos dos tipos: las básicas, que están siempre activadas, y las ejecutables, eligiendo nosotros el momento de realizarlas.

Junto al resto de modalidades, contamos además con un Modo Edición que nos permite utilizar la Sustitución de Personajes para crear y personalizar por completo la experiencia. Creando un personaje desde cero, eligiendo detalles como la apariencia, liderazgo, sabiduría, atributos políticos o su conjunto de movimientos, podemos sustituirlo por un personaje histórico, haciendo que forme parte de la historia principal. También se nos permite crear escudos familiares personalizados y retratos que cargamos desde el disco duro, y personalizar poco a poco nuestro Castillo.

Por último, contamos con un lugar llamado Vault que sirve como galería, donde se almacenan los eventos, la música y las biografías para echarles un ojo de vez en cuando.

Su apartado gráfico cuenta con escenarios muy llamativos, aunque algo vacíos, personajes variados entre los que destacan los oficiales, una iluminación muy realista y efectos climáticos llamativos. Como suele ser habitual en los juegos de estilo musou, los enemigos son demasiado clónicos, ciertas texturas desentonan y hay popping, pero en general cumple.

La banda sonora sigue siendo tan cañera como en el resto de la saga, utilizando algunos elementos japoneses para meternos en la ambientación del juego. Sus efectos están conseguidos y el doblaje, en japonés, nos ha parecido bastante bueno. La mayor pega viene dada por los subtítulos en inglés, que impedirán a muchos hacerse a las mecánicas del juego.

Samurai Warriors 4 Empires es un título de acción estratégica muy entretenido si te gustan los títulos de estilo musou. La mayor parte del tiempo la pasamos en el castillo gestionando pequeños detalles, siendo muy divertido una vez comprendida la mecánica. No es tan extenso y profundo como otros títulos de la saga Samurai Warriors, además de parecer algo escasos sus modos de juego, teniendo sólo las historias principales y un modo edición para crearlas a nuestro gusto. El creador de personajes, por su parte, nos parece muy completo.

En lo técnico sigue teniendo bastantes carencias, aunque ciertos escenarios y efectos climáticos nos han gustado mucho. Su banda sonora es algo monótona, pero los efectos y voces están conseguidos.

Los amantes de la acción estratégica encontrarán en Samurai Warriors 4 Empires un buen desafío, contando con varias dificultades que pondrán a prueba sus habilidades.