Análisis de Atelier Ryza: Ever Darkness & the Secret Hideout
Un importante salto cualitativo llega a la saga Atelier con el lanzamiento de Atelier Ryza: Ever Darkness & The Secret Hideout, que mantiene su fórmula pero mejora algunos aspectos para hacer que resulte mucho más satisfactorio.


Atelier Ryza: Ever Darkness & The Secret Hideout es un RPG con combates tácticos por turnos de tiempo activo en el que la síntesis y la recolección de materiales siguen teniendo un gran peso en la aventura. Ahora tenemos un mundo enorme a recorrer, estando dividido en zonas de gran tamaño con muchos personajes con los que conversar, enemigos a derrotar y secretos escondidos en cada rincón. Lo mejor es que tantos las batallas como el sistema de síntesis han sido actualizados, haciendo que sean más ágiles y a la vez profundos.
Su historia, que inicia una nueva aventura dentro de la franquicia Atelier, nos pone en el papel de Ryza (Reisalin Stout), una joven que sueña con escapar de su mundano estilo de vida en la aldea junto a sus amigos Lent y Tao. Un día, mientras exploraban una isla prohibida en busca de aventuras, se encuentran con un “mago” que cambiará sus vidas para siempre. Después de algo de persuasión, el mago comienza a enseñarle a Ryza los caminos de la alquimia, lanzándola a una aventura que finalmente la llevará a una búsqueda para salvar su ciudad natal de la misteriosa y mortal oscuridad que acecha bajo la superficie.
Este argumento se centra sobre todo en la amistad que hay entre los protagonistas, los cuales se encuentran muy cerca de alcanzar la edad adulta. Amigos soñadores en busca de aventuras que poco a poco van descubriendo la realidad sobre su mundo. No esperéis nada que se acerque a la epicidad de otros juegos del género, pero la trama está bien llevada al tener ciertos toques de humor y personajes bastante carismáticos, con un perfil menos optimista que lo visto en otros juegos de la saga. Eso sí, como suele ocurrir, todos los textos del juego nos llegan completamente en inglés.
Sus mecánicas siguen siendo muy parecidas, pero se incorporan algunas novedades que lo hacen mucho más interesante y entretenido. Aquí podemos movernos libremente por un mundo dividido en amplias zonas, correr, saltar y utilizar diversas herramientas para recoger ingredientes, así como ver a los enemigos contra los que luchamos al entrar en contacto con ellos. Como véis, en estructura es bastante similar a lo visto en la saga Atelier, aunque hay ligeros cambios.
En primer lugar, los combates tienen lugar cuando entramos en contacto con las criaturas, consiguiendo una ligera ventaja al comenzar si logramos golpearles durante la exploración. Una vez comienzan veréis que pueden participar hasta tres personajes, cada uno con sus propias habilidades y objetos. En esta ocasión sólo manejamos a uno, aunque podemos cambiar entre los tres en cualquier momento, dándole órdenes mientras las batallas progresan y el resto de personajes y enemigos actúan por su cuenta al llegarles su turno. Podemos atacar, usar habilidades, objetos e incluso moverlo por el escenario para crear estrategias, pero tenemos que actuar con rapidez si no queremos morir. Esto le aporta mucho dinamismo a las batallas, donde antes podiamos tomarnos todo el tiempo que quisieramos para formular una estretegia.
Pero no es el único cambio en este sentido. Ahora contamos con un medidor de AP (puntos de acción) que se rellena con cada golpe que nuestros protagonistas propinan a los enemigos. Estos puntos sirven para realizar habilidades, utilizar acciones rápidas cuando lo creemos necesario o incluso aumentar el nivel táctico, que además de realizar ataques más poderosos nos permite atacar una vez más con cada nivel que aumentamos, compartiendo todos los miembros del grupo el mismo medidor de AP. También hay que tener en cuenta que las habilidades gastan AP y parte de su barra de magia, así que hay que gestionarlos con cuidado. Es un sistema que funciona realmente bien, si bien os llevará algunas peleas acostumbraros, pero una vez dominado podréis incluso hacer ataques con cadenas de habilidades muy poderosas.
Al ganar estos combates, como siempre, obtenemos dinero, materiales y sobre todo experiencia con la que nuestros personajes suben de nivel, mejoran sus características generales y pueden aprender nuevas habilidades. Nos hubiera gustado que hubieran aprovechado la ocasión para incorporar un árbol de habilidades que nos permitiera desarrollar a los personajes según nuestro estilo de juego, siendo muy conservador en este sentido. Lo mejor es que podemos conseguir incluso materiales raros de vez en cuando, invitándonos a combatir siempre que podamos. El equipo también es importante, pudiendo cambiar sus armas, ropajes y accesorios para volverlos cada vez más poderosos.
Otro de los cambios lo encontramos a la hora de recolectar materiales. Sí, seguimos teniendo que buscar objetos brillantes por los escenarios para interactuar con ellos, pero ahora cambia el contenido dependiendo de la herramienta que hayamos utilizado para conseguirlo. Al principio no tendréis muchas opciones, pero todo cambiará cuando obtengáis una hoz, un hacha o una caña de pescar, entre otros útiles, al crearlas con la alquimia.
Y hablando de la alquimia, la síntesis de objetos también ha sido renovada, añadiendo muchas posibilidades con un sistema de fácil acceso pero muy profundo. Aquí encontraréis un número de celdas fijo que poco a poco se van desbloqueando ubicando estratégicamente determinados objetos, lo que le va añadiendo efectos adicionales al producto definitivo según las ramificaciones. Hay incluso unas celdas con recetas que se obtienen si conseguimos alcanzarlas, aunque para ello a veces necesitemos un mayor número de movimientos que se desbloquean al subir nuestro nivel de alquimia. También es posible reconstruir objetos para volverlos más poderosos o que sean más sencillos de usar en una batalla.
La ciudad principal del juego es muy amplia y en ella encontraréis muchas tiendas en las que comprar útiles, personajes con los que conversar e incluso la habitación de Ryza, lugar en el que descansar, grabar la partida o utilizar el caldero para la síntesis de objetos. En esta ocasión no tenemos un menú que nos permita hacer viajes rápidos entre zonas, llevándonos directamente sólo a la casa de Ryza, pero en su lugar tenemos unos tablones con mapas que cumplen dicha función al visitarlos.
En este lugar podemos además aceptar múltiples misiones secundarias. No son tan numerosas como en anteriores juegos, pero están mejor elaboradas, cuentan con recompensas más apetitosas y tienen un sentido dentro del mundo del juego. Algunas requieren completar otras primero o cumplir ciertos requisitos para poder aceptarlas, así que pasaréis mucho tiempo explorando.
En cuanto a duración, es un título bastante más corto que lo visto en otros juegos de la franquicia, con unas 20 horas para completar la aventura principal. Se amplía un poco más si nos dedicamos a las tareas opcionales, como decorar un escondite secreto llegado el momento, o acabar con ciertas criaturas poderosas que se esconden en cada localización, pero no esperéis demasiado. Lo que sí nos ha gustado es que se siente todo más natural, sin tanto relleno, así que cada una de las horas está muy bien aprovechada. Además no hay límite de tiempo, el reloj sólo afecta a la aparición de ciertos personajes, pudiendo explorar tranquilamente.
El mayor cambio de esta nueva entrega se encuentra en el renovado apartado gráfico, que le ha propocionado un gran salto cualitativo. Artísticamente sigue siendo precioso, con un genial diseño de escenarios y personajes. Pero es en lo técnico donde realmente se nota el lavado de cara. Todo está mucho más detallado, con un mundo más creíble y donde se nos ofrece la libertad de manejar la cámara en todo momento. Sigue estando dividido en zonas, pero son más amplias y las cargas entre ellas no son extensas. A todo ello ayuda una conseguida iluminación y otros efectos bastante trabajados. No está al nivel de otros referentes del género, pero se puede decir que se siente mucho más actual. Donde quizás flojea más es durante las conversaciones, ya que los personajes se muestran más acartonados.
En el sonoro volvemos a contar con una gran banda sonora junto con efectos de sonido de buena calidad que ambientan a la perfección su mundo. Por otro lado, contamos con voces en japonés (esta vez no incluye el inglés como opción) y textos en inglés, algo que echará para atrás a algunos jugadores.
Como conclusion, Atelier Ryza: Ever Darkness & The Secret Hideout ha dado el gran salto que la saga necesitaba, innovando en muchos aspectos para hacer que una fórmula que funciona bien se sienta más actual, especialmente en lo que se refiere al apartado técnico. Los combates son ahora más dinámicos, mientras que el sistema de síntesis ofrece muchas posibilidades y es más accesible, contando además con misiones secundarias más elaboradas. Todo esto tiene un precio, y es que la duración es algo más corta de lo que nos tienen acostumbrados, pero no hemos sentido que haya muchos elementos de relleno.
A los seguidores de la franquicia les encantará descubrir esta evolución, siendo además un buen momento para dar a conocer la saga a aquellos que no la hayan jugado y no tengan problemas con el idioma. Estamos deseando ver cual es el próximo paso que da la franquicia.