Te avanzamos los detalles de unos de los títulos más esperados de PS4, The Order 1886

El nivel que hemos jugado transcurre en un zepelín que viaja por los cielos de Londres, infiltrándose los miembros de La Orden en él haciendo rapel y teniendo que pasar desapercibidos hasta hacernos con su control. Su narrativa está bastante trabajada, dando la sensación de estar metidos en una película en todo momento.

Todo es muy espectacular gráficamente hablando, con escenarios y personajes altamente detallados y muy bien animados, aunque sí es cierto que sus escenarios no son muy amplios. Los efectos de iluminación y partículas han sido muy cuidados, notándose el gran esfuerzo que ha puesto la compañía en el apartado técnico, no percibiendo en ocasiones si se trata de una cinemática o estamos en una parte interactiva.

Jugablemente cuenta con mucha variedad, encontrando sigilo, minijuegos, Quick Time Events  y acción. Nada más comenzar, y para evitar que nos localicen, nos proponen avanzar sigilosamente para acabar con los guardias. Todo funciona bastante bien, teniendo que ocultarnos en las esquinas gracias a un sistema de coberturas que nos permite asomarnos y localizar a nuestra próxima víctima. Las ejecuciones sigilosas han sido muy trabajadas, variando éstas según nuestra posición, cercanía y el momento en el que pulsemos el botón de acción. Por ejemplo, si realizamos la acción antes de tiempo el guardia se dará cuenta y nos ejecutará al instante, mientras que en el momento oportuno lo mataremos, siendo menos ruidosa la muerte cuanto más cerca nos encontramos del rival. Éstas ejecuciones se pueden realizar por la espalda o esperando en una cobertura.

Los minijuegos son simples pero divertidos y le añaden algo de variedad a su desarrollo. Estos suelen consistir en la sincronización, teniendo que pulsar un botón en un momento determinado o mover una ganzúa hasta cierta posición para conseguir abrir una puerta.

Al completar la parte de sigilo nos adentramos en la cabina del zepelín, donde nos esperaban unos guardias. Mediante un Quick Time Event lanzamos una granada de humo y accedemos a ella, combatiendo a los allí presentes siguiendo las indicaciones que se nos daban en pantalla. De una manera similar a lo visto en los títulos de Telltale Games, en ocasiones nos toca interactuar con objetos del escenario, lo que nos obliga a estar atentos en todo momento.

Una vez conseguido el control nos dirigimos a una estancia donde, con nuestro rifle de francotirador, observamos el entorno para encontrar un asesino que pretende acabar con un personaje importante en la trama. Una vez localizado y tras matarlo comienza la acción. Aquí encontramos un gran elenco de armas, variando mucho su manejo dependiendo del tipo de arma y su peso, contando algunas de ellas con un disparo secundario que ofrece más posibilidades. Las coberturas funcionan muy bien, pudiendo disparar sin tener que dar la cara, y nos permiten asomarnos desde la zona que queramos. Aunque en general los tiroteos son muy divertidos, no es nada que no hayamos visto en otros títulos.

Hay un movimiento especial llamado “blacksight” que nos ha parecido totalmente prescindible, ya que nos vuelve invencibles por un tiempo ralentizándose la acción para apuntar a los rivales automáticamente y acabar con ellos.

Como hemos nombrado con anterioridad el juego gráficamente nos parece espectacular, notándose un verdadero salto intergeneracional a pesar de ser bastante pasillero. La cámara quizás se coloca demasiado cerca del personaje entorpeciendo la visión del escenario. También queremos comentar que su apartado sonoro no se ha descuidado, con unas melodías variadas y muy buenas, efectos de sonido logrados y un doblaje, por ahora en inglés, con unas interpretaciones soberbias.

Puede que no llegue a convencer a todo el mundo por su linealidad, pero su variado desarrollo, jugabilidad y argumento nos han parecido de momento muy interesantes en espera de la versión final. Además, su dirección artística nos mantendrá pegados a la pantalla en todo momento, con la sensación de estar metidos de lleno en una película.