Strider - Análisis
Capcom y DoubleHelix unen sus fuerzas para dar vida a una de las sagas más emblemáticas de principios de los 90, Strider regresa al mundo de los videojuegos con un reboot multiplataforma de lanzamiento exclusivo en formato digital.


El argumento de Strider nos sitúa en el año 48 de un futuro distópico donde la tierra se encuentra gobernada por El Gran maestro Meio, un despiadado autócrata que domina la tierra con total impunidad, respaldado por un poderoso ejército compuesto de sofisticados soldados Cyborg y diversas criaturas robóticas.
Ante la imposibilidad de derrocar al dictador de forma pacífica, se encomienda a Hiryu -un talentoso miembro del Strider- la difícil tarea de eliminar al malvado tirano con el objetivo de poner punto y final a esta terrible pesadilla.
Para ello, nuestro protagonista dispondrá de un gran abanico de habilidades acrobáticas así como la legendaria Cypher, una potente espada de plasma que nos permitirá despedazarcualquier enemigo que se interponga en nuestro camino.
En este sentido noshallamos ante un título de acción y plataformas desarrollado en Scroll horizontal donde nuestro principal cometido consistirá en explorar los escenarios, acabando con todo lo que va apareciendo ante nosotros. De este modo, tal como ocurría en el título original, Hiryu podrá moverse ágilmente, escalar todo tipo de superficies, realizar saltos imposibles, o incluso propinar una rápida patada deslizante. Sin embargo, en esta ocasión todo sucede a una velocidad de vértigo, recordando en gran medida a Strider 2, aparecido en la primera Playstation.
El control del personaje mantendrá un diseño muy sencillo en los primeros compases de la aventura, pudiendo realizar todaslas acciones con tan solo tres botones, uno de salto, uno de ataque principal y otro de ataque fuerte. Sin embargo conforme la aventura avance, obtendremos diversos potenciadores que nos obligarán a utilizar combinaciones de más botones a fin de aprovechar todas las habilidades de nuestro héroe, pudiendoequipar varios tipos de plasma que alteren las propiedades de nuestra espada, romper la defensa de ciertos adversarios con un potente ataque cargado, o la posibilidad de lanzar afilados Kunais a los enemigos más escurridizos, lo que unido al frenetismo de la acción, aumenta considerablemente la intensidad de los combates respecto a su versión original.
Por suerte, el juego nos ofrece tres niveles de dificultad adaptados a cada tipo de jugador,por lo que al comenzar la aventura conviene saber que Strider mantiene una mecánica clásica donde no existirá regeneración automática de vida, resurrección “insitu” ni otros elementos propios de los juegos actuales, puesto que si morimos reapareceremos en alguno de los escasos puntos de control que el juego posee,obligándonos a repetir las distintas áreas hasta que consigamos superarlas con éxito.
Los enemigos serán otro de los grandes aciertos del título,haciéndonos sentir ante un auténtico clásico de los salones recreativos.Encontraremosdiversos tipos deoponentes muy diferenciados entre si, como soldados Cyborg armados con fusiles, escurridizos Drones voladores o enormes robotsaraña.Todos ellos cuentan con una inteligencia artificial basada en patrones de distinta complejidad, disponiendo cada uno de determinados puntos débiles a menudo relacionados con la última habilidad principal que hayamos desbloqueado.
Por supuesto no faltarán los carismáticos jefes finales, donde el producto de DoubleHelix recupera viejos conocidos de la saga, como las hermanas TongPooh, Ouroboros o el mercenario Solo; manteniendo todos ellos sus propias rutinas de comportamiento, siendo realmente duros de derrotar por primera vez.
El juego intenta aportar novedades a su esquema tradicional que recuerdan a otros juegos como Shadow Complex, ya que conforme nuestro protagonista avance en la aventura principal obtendráhabilidadesque nos permitirán acceder a nuevas áreas del extenso mapeado, ofreciendo una experiencia al más puro estilo “Metroid”dándonos total libertad para explorarel entornoo ir directamente al punto marcado en el minimapa, premiando la exploración con numerosos extras como mejoras que incrementanlos atributos del personaje o la posibilidad de localizar diferentes trajes con los que personalizar nuestro ninja.
Ademásde la aventura principal, el juego nos ofrece el “modo reto”pudiendo desbloquear dos modalidades de juegoadicional “Supervivencia”donde haremos frente a oleadas de enemigos y “carrera de balizas” en la que deberemos superar un escenario plagado de plataformas y enemigos en el menor tiempo posible.A todo esto hay que añadir un sistema de marcadores online en el que comparar los mejores records con nuestros amigos, lo que sin duda aumentará la competitividad por ver quien alcanza la mejor posición del ranking.
Técnicamente Strider no es un juego que logre sorprender en ninguna de sus versiones,manteniendo en todo momento un apartado visual correcto, del que podemos destacar laexcelente recreación artística alcanzada en personajes y escenarios. Los efectos de luz, explosiones y giros de cámara aportan un toque de espectacularidad sin llegar a niveles apabullantes,logrando un resultado fluido que se nota especialmente en las consolas de nueva generación, donde el juego alcanza una definición de 1080P y60 imágenes por segundo.
En conclusión, Strider es todo un homenaje a sus orígenes. El esperado reboot de la saga consigue mantener la esencia y dificultad endiablada del título original a la vez que añade libertad, espectacularidad y fluidez a su fórmula jugable, dando como resultado un producto entre dos generaciones, que pese a no aprovechar las cualidades de las consolas actuales, sabrá divertir a cualquier aficionado a la acción arcade, rememorando todo un clásico de los salones recreativos que tan buenos ratos nos ha hecho pasar.