PlayStation 3

The Witch and the Hundred Knight - Análisis

NIS America y Bandai Namco nos traen The Witch and the Hundred Knight, un RPG de acción exclusivo de PlayStation 3 del que podéis conocer sus detalles a continuación en nuestro análisis.

The Witch and the Hundred Knight
Play

Su historia nos lleva a conocer a la bruja Metallia, que harta de no poder viajar más allá de las fronteras de su pantano firma un contrato con el legendario Hundred Knight para, con su ayuda, conseguir su deseo de extender su pantano por toda Medea. Como Hundred Knight, nuestra misión es hacer lo que nuestra jefa, la bruja del pantano, mande. Explorar el mundo, destruir los pilares creados que evitan que el pantano se extienda y sembrar el caos indiscriminadamente.


Sin embargo, en el fondo de nuestra mente inhumana, empezamos a preguntarnos… ¿Qué le impide a la bruja Metallia abandonar el pantano? ¿Por qué el resto de brujas la rehúyen? Y ¿Cómo consigue sobrevivir en un pantano que es famoso por lo venenoso de sus vapores? ¿Realmente es Metallia una bruja a la que respetar o una a la que temer?


Ésta es la historia de venganza de una niña contra el mundo, no estando la palabra “Piedad” en su vocabulario.


Jugablemente se adapta a todo tipo de jugadores, con controles muy simples y a los que nos acostumbramos enseguida. Podemos realizar ataques normales y otros más poderosos que gastan AP, recuperándose estos poco a poco al atacar a nuestros rivales. Alrededor de nuestro protagonista aparece un círculo que indica el número de movimientos que podemos realizar, recuperándose casi al momento de gastarse. Los combos dependen de las armas que tenemos equipadas, pudiendo llevar hasta cinco en total y ser cambiadas en cualquier momento. La elección de éstas es esencial, teniendo diferentes alcances y características, siendo unas más efectivas que otras contra cierto tipo de enemigos. Las armas que encontramos se dividen en distintos grupos por su rareza, por lo que las más extrañas son a su vez las más poderosas, y aumentan su nivel según las usamos.


A medida que progresamos aprendemos nuevas habilidades, como magia y la técnica de esquiva mística. Si logramos esquivar en el último momento el tiempo se ralentiza y permite atacar más veces a los rivales. Otra característica es la metamorfosis mágica, con la que podemos cambiar entre diferentes facetas para machacar enemigos, aunque la diferencia entre las transformaciones no es demasiado notable haciendo que sea casi innecesaria.


Algo que no nos ha gustado ha sido el sistema de GigaCals, un contador que desciende con nuestras acciones, se rellena un poco al derrotar enemigos y nos obliga a desplazarnos fuera de un área para recargarlos cuando se agotan, cortando el ritmo del juego y siendo algo totalmente prescindible. Bajo las órdenes de Metallia nuestro objetivo es ir conquistando zonas, para lo que tenemos que abrir los Pillar of Fools, una especie de flores que permiten el acceso al lugar de la bruja, aumentar las características del protagonista o desplazarnos a otros lugares.


Todo se desarrolla desde una vista aérea, pudiendo girar la cámara y ajustar un poco su altura. Por desgracia, en ocasiones la vegetación del escenario no permite ver lo que ocurre, entorpeciendo bastante la acción.


Sus escenarios son bastante grandes y variados, teniendo varios caminos a recorrer y registrar para localizar tesoros ocultos y enemigos poderosos que nos recompensan con objetos menos comunes.


No podían faltar los jefes finales, que cuentan con dos barras: una de vitalidad y otra de resistencia. Son los enemigos más complicados de todo el juego y tienen mecánicas de ataque que tenemos que aprender para evitar daños, dándonos su barra de resistencia alguna que otra pista.
En ocasiones nos toca responder a preguntas, ya sea afirmando, negando, con duda o indiferencia, lo que repercute directamente en la conversación.


Hay pequeñas poblaciones en las que podemos comprar y obtener ciertas misiones, pero sobre todo sirven para saquear casas. Esto nos permite obtener distintos tesoros únicos si contamos con el nivel necesario para hacernos con ellas, aunque también aumenta el odio de los habitantes hacia Hundred Knight mediante el sistema de karma y nos suben los precios en los comercios.


Gráficamente es un título muy llamativo gracias a los estupendos diseños tanto de personajes como de escenarios, aunque no lo es tanto en el apartado técnico, con zonas bastante vacías que son disimuladas por árboles que las tapan y animaciones algo toscas, aunque bien es cierto que la compañía está más acostumbrada a trabajar con los sprites bidimensionales. También cuenta con ilustraciones poco variadas para las conversaciones más importantes.


En el apartado sonoro, sin embargo, encontramos melodías muy llamativas compuestas por Tenpei Sato, quien ya ha trabajado junto a la compañía en muchos proyectos como la saga Disgaea. Otro de sus puntos fuertes es que cuenta con la posibilidad de elegir entre el doblaje original en japonés o en inglés, pero por desgracia nos llega con subtítulos sólo en inglés, lo que puede dificultar el seguir el argumento a algunos jugadores.


En conclusión, The Witch and the Hundred Knight es un juego bastante entretenido gracias a su jugabilidad, viéndose a veces entorpecida por un límite de tiempo muy prescindible. La historia, llena de momentos graciosos como viene siendo habitual en los guiones de NIS, se ve entorpecida por unos personajes que, al contrario de lo que hemos visto en otras ocasiones, son poco carismáticos.


Artísticamente es una delicia, aunque el apartado técnico no acompañe tan bien como nos hubiera gustado. Su banda sonora es muy buena y uno de los aspectos más destacados del juego, acompañado además de unas voces en japonés de gran calidad.


Un juego que recomendamos a los que les gusten los RPGs de acción, con una jugabilidad que engancha en cuanto se comprende y algunas carencias que hacen que no se convierta en un imprescindible, como unos subtítulos en inglés que impiden que todos puedan seguir el argumento. Su dificultad además puede llegar a ser muy alta en ciertas ocasiones.