Vídeo análisis de Chivalry Medieval Warfare para Xbox 360
Chivalry Medieval Warfare el divertido juego que ya se ha convertido en todo un éxito en la plataforma PC, da el salto ahora al mundo de las videoconsolas, siendo Xbox 360 la primera en contar con una conversión que ha visto la luz en formato digital a través de Xbox Live, estando previsto que pronto sea lanzado también para Playstation 3.


Por si alguno de vosotros aún no lo conocéis, os contamos que se trata de un juego de acción multijugador online, ambientado en la Edad Media, algo que lejos de ser anecdótico, afecta mucho a la jugabilidad, puesto que a diferencia de otros títulos del género, el combate contra los demás jugadores se lleva a cabo principalmente en enfrentamientos cuerpo a cuerpo.
Para ello el juego el juego cuenta con dos bandos, los Caballeros de Agatha y la Orden de Mason, pudiendo optar en ambos entre cuatro clases de personajes con las que jugar, las mismas que ya vimos en la versión de PC, es decir Arqueros, Soldados, Vanguardias, y Caballeros, diferenciándose estas tanto por su velocidad, como por la dureza de sus armaduras, además de disponer de armas propias englobadas en varios tipos, teniendo por poner un ejemplo las de corta y media distancia como Espadas, Lanzas y Mazas, las arrojadizas como Cuchillos y Hachas, o las armas distancia como Arcos, Ballestas, y Jabalinas, sumando entre todas ellas alrededor de 60 armas diferentes con las que poder equiparnos.
En este sentido cabe decir que control de los personajes es un poco más complejo de lo que podríamos imaginar en un principio, requiriendo algo de práctica el llegar dominarlo, ya que disponemos de varios tipos de estocadas y una barra de resistencia, resultando tan importante atacar como saber bloquear en el momento exacto, siendo incluso posible realizar fintas para engañar al adversario, por lo que los enfrentamientos poseen un cierto componente táctico, habiendo que indicar en este mismo sentido que aunque lo normal es jugar siempre controlando al personaje en primera persona, el juego también nos da la opción de cambiar en cualquier momento a una vista en tercera persona.
Aunque sin duda, una de las peculiaridades más llamativas del sistema de combate es que siempre hay fuego amigo, lo que implica que a la hora de usar nuestras armas deberemos de tener mucho cuidado de no dañar a nuestros propios compañeros de equipo, algo que no siempre resulta sencillo cuando estamos en medio de una refriega junto a varios jugadores blandiendo sus espadas, si bien ese es precisamente uno de los elementos más divertidos del juego, que en más de una ocasión dará lugar a situaciones bastante irónicas.
Pasando ya al capítulos de las posibilidades, todo el protagonismo se centra por supuesto en los modos multijugador online, los cuales se dividen en varias modalidades, siendo la mayoría de ya clásicas en este tipo de títulos, y más exactamente tenemos, Duelo Por Equipos, Muerte por Equipos, Todos Contra Todos, Ultimo Hombre en Pie, Capturar la Bandera, y Duelo, habiendo además una considerable variedad de mapas en los que jugar.
Sin embargo llegados a este punto el elemento que más no has decepcionado es el hecho de que mientras que en PC se permitían partidas de hasta un máximo de 32 jugadores, en esta conversión a Xbox 360 la cifra se ha reducido a tan solo 12, lo que hace que las partidas no resulten tan épicas como en el juego original donde llegábamos a ver autenticas batallas multitudinarias, quedándose ahora los enfrentamientos en simples escaramuzas de unas pocas unidades.
Por lo demás también os contamos que junto a los modos Multijugador el juego nos ofrece la posibilidad de personalizar libremente las vestimentas de nuestro personaje, o incluso jugar batallas en modo para un jugador, ya que es posible crear partidas usando bots controlados por la inteligencia artificial, a lo que hay que sumar un modo Entrenamiento en el que podremos aprender todas las habilidades de los personajes siendo su desarrollo bastante curioso ya que este nos sitúa en un campamento en donde se nos irán enseñando los aspectos claves de la mecánica del juego.
Ya antes de concluir, no nos olvidamos de hablar del apartado técnico, tratándose al igual que en PC de un título de un nivel bastante discreto para los tiempos actuales, algo que sobre todo se nota en la calidad de las texturas y en las animaciones de los personajes, si bien podríamos decir que cumple a la perfección teniéndose en cuenta que estamos ante un juego de bajo coste destinado a descarga digital, el cual además comenzó originariamente como un MOD de Half Life 2 bajo el nombre de Age of Chivalry convirtiéndose con posterioridad en un título independiente, siendo sin duda lo más llamativo de su puesta en escena la crudeza de los combates, ya que estos son muy viscerales pudiendo ver cosas cómo que tras una estocada certera un enemigo pierda un brazo, o incluso que su cabeza salga rodando, a la vez que las ropas de los personajes se tiñen de rojo salpicadas por la sangre, quedando fielmente reflejada toda la brutalidad que cabria esperar de las feroces batallas de la Edad Media.
En resumen Chivalry Medieval Warfare para Xbox 360 es un juego que al igual que ya ocurrió en PC aporta un gran soplo de aire fresco y originalidad al género multijugador, tratándose de un título ante todo muy divertido, y que gracias a su gran variedad de mapas y modos de juego nos puede mantener enganchados una buena temporada. Además su reducido precio de solo 14,95 euros en Xbox Live hace que resulte doblemente atractivo.
Aunque lamentablemente en lado negativo hemos de decir que esta adaptación se ven muy empañada por la drástica reducción en el número de jugadores, algo que provoca que la experiencia de juego se resienta bastante y no llegue a la altura de la versión de PC, la cual continúa siendo mucho más recomendable, y sin que tampoco podamos obviar el hecho de que el juego ha llegado a Xbox 360 justo ahora que la consola está finalizando su ciclo, lo que puede hacer que pase demasiado desapercibido para los usuarios que ya hayan dado el salto a las plataformas de nueva generación.