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Vídeo análisis de Sid Meier's Civilization Beyond Earth

La veterana saga de estrategia Sid Meier's Civilization cuenta ya con una nueva entrega exclusiva de la plataforma PC que esta vez da el salto a la estrellas bajo el título de Beyond Earth.

Sid Meier?s Civilization Beyond Earth
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En concreto el argumento del juego deja a un lado el habitual trasfondo histórico al que los juegos de la serie nos tenían acostumbrados, situándonos en un futuro no demasiado lejano en el que la vida en la tierra llega a su ocaso, por lo que la raza humana inicia un ambicioso proyecto para buscar un nuevo hogar con la colonización de otros mundos más allá de nuestro sistema solar.

 

Entrando a comentar su jugabilidad, el juego mantiene las pautas marcadas por el anterior Civilization V, hasta el punto que la mecánica es casi idéntica a pesar del radical cambio en la ambientación, encontrándonos nuevamente con un adictivo juego de estrategia por turnos en el que el nuestro objetivo no será otro que hacer que nuestra nación se imponga frente al resto de competidoras.

 

Para ello en esta ocasión como es de imaginar no jugaremos con países reales puesto que todo tiene lugar en otros planetas, si bien al inicio deberemos escoger entre varias opciones que definirán los parámetros básicos de lo que será nuestra civilización, decidiendo el mecenas que nos patrocinará, el tipo de colonizadores que nos acompañaran, la nave en la que realizaremos el viaje, o incluso la carga que llevaremos, proporcionándonos cada una de estas elecciones una bonificación concreta al comenzar la partida, siendo también el propio jugador quien configure la dificultad y el tipo de partida a su gusto libremente.

 

A partir de ahí comenzaremos nuestro periplo en este nuevo mundo alienígena fundado una pequeña ciudad para poco a poco irnos expandiendo por todo el planeta, desarrollándose siempre la acción en un mapa dividido en casillas hexagonales como si de un juego de tablero se tratase el cual se creará al inicio de forma aleatoria por lo que nunca habrá dos partidas iguales.

 

De esta forma a medida que pasen los turnos podremos ir mejorando nuestra tecnología, teniendo que preocuparnos de una gran variedad de elementos que hemos de gestionar como la energía, el comercio, la diplomacia, la sanidad, los recursos, los alimentos, la exploración, la construcción de edificios y nuevas ciudades, la investigación, el espionaje, y por supuesto la defensa de nuestra nación creando unidades militares que también podrán evolucionar y ganar experiencia, habiendo 4 virtudes principales, PoderProsperidadConocimiento Industria, y hasta 5 condiciones de victorias validas para ganar una partida según seamos los primeros en alcanzar el máximo nivel en un tipo de progreso determinado.

 

Asimismo tenemos igualmente tres Afinidades hacías las que podemos encaminar nuestra evolución, tratándose de la Armonía la cual se basa en una integración con la naturaleza del planeta y las criaturas alienígenas que lo habitan, la Pureza que defiende mantener intacta nuestra identidad y orígenes humanos, y la Supremacía donde se apuesta por una evolución de la especie hacia algo completamente nuevo a través de los avances de la ciencia y la tecnología, dando esto a su vez lugar al desarrollo de edificios y unidades militares únicas de cada Afinidad, habiendo que tomar también muchas decisiones trascendentales a lo largo de la partida que se nos irán preguntando, las cuales irán moldeando poco a poco a nuestra civilización.


Además como ya es habitual en la saga, no solo podemos jugar en solitario, sino también en multijugador, ya sea en partidas online de hasta 8 usuarios, o incluso desde un mismo PC, puesto que dos amigos podrán ir alternado sus turnos en el conocido modo "Silla Caliente". Aunque eso no es todo ya el juego también ofrece soporte para el uso de Mods hasta el punto de que en el propio menú principal hay una opción para acceder a ellos, por lo que la comunidad de usuarios volverá a tener un papel muy relevante en este sentido.

 

Ya antes concluir en lo que respecta al aspecto técnico resulta evidente que no es uno de los apartados donde la saga Civilization consiga llamar más la atención del publico, tratándose de un juego en el que los menús y el mapa de gestión acaparan todo el protagonismo sin necesidad de grandes alardes gráficos de ningún tipo, siendo todo todo sumamente estático, habiendo que destacar en esta ocasión el buen trabajo realizado en la interfaz del juego ya que acceder a todas las opciones y navegar por los menús resulta algo muy instintivo, siendo un título que por supuesto se puede ejecutar con fluidez en casi cualquier equipo.

 

Por su parte a nivel sonoro el juego nos presenta unas melodías bastante apropiadas aunque un tanto inocuas para evitar así que puedan resultar monótonas ya que pasaremos mucho tiempo escuchándolas, mientras que en lo que atañe a los diálogos, las voces han sido dobladas al español, si bien cuando conversemos con los representantes de otras facciones estos hablaran en sus respectivos idiomas lo que resulta bastante acertado.


En conclusión, Civilization: Beyond Earth sigue expandiendo los horizontes de esta veterana y exitosa saga que cuenta con innumerables seguidores en todo el mundo, encontrándonos nuevamente con un título tan adictivo como siempre, pero ahora bajo una ambientación muy diferente en la que se nos invita a colonizar otros mundos, adentrándose en el universo de la ciencia ficción, siendo una compra imprescindible para cualquier amante de los juegos de gestión y estrategia por turnos, ofreciéndonos unas posibilidades y una profundidad de la que pocos títulos del género pueden presumir.

 

Sin embargo a pesar del cambio en la ambientación el juego resulta muy parecido a Civilization V en toda su mecánica, siendo más una evolución de este, que una entrega que realmente trate de ir un paso más allá en la saga. Además no podemos obviar que es un título destinado a un tipo de público muy concreto, y si nunca os habéis sentido atraídos por la franquicia este nuevo capítulo difícilmente lograra captar vuestro interés, manteniéndose en todo momento muy continuista.