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Vídeo análisis de Watch Dogs

De la mano de Ubisoft nos llega un sorprendente juego de acción y aventuras en mundo abierto en el que hackear es nuestra arma, Watch Dogs.

Watch Dogs
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Su historia nos lleva hasta un Chicago contemporáneo que ha sido mejorado y transformado por el ctOS. Éste es un eficiente sistema que conecta toda la infraestructura y las instalaciones de seguridad de la ciudad en un mismo centro de control. El sistema se centra en la eficiencia del tráfico, el desarrollo sostenible, las telecomunicaciones y el control de la delincuencia en todo Chicago. Ha aportado notables beneficios a los ciudadanos, como menos tiempo para llegar al trabajo, menores índices de delincuencia o una ciudad más limpia, entre muchos otros.


Aquí nos ponemos en la piel de Aiden Pearce, un brillante hacker cuyo pasado delictivo desembocó en una violenta tragedia familiar. Mientras buscamos justicia por aquellos hechos, vigilamos y hackeamos a cuantos nos rodean manipulando el ctOS desde la palma de nuestra mano. Usando la ciudad como arma, volveremos la red contra sí misma.


Jugablemente nos encontramos con un sandbox lleno de momentos de acción y montones de tareas secundarias. Las primeras misiones nos sirven como tutorial, donde nuestro móvil cobra un especial protagonismo.


El sigilo es una de las partes fundamentales de la aventura, utilizando las cámaras de seguridad y varios elementos de los escenarios a nuestro favor. Para ello contamos con un sistema de cobertura que nos ha parecido muy bueno, ocultándose tras los objetos pulsando un botón.

Podemos apuntar a una nueva zona donde cubrirnos y apretando ese mismo botón el personaje se desplaza automáticamente. Si se percatan de nuestra presencia, algunos guardias de seguridad avisarán por radio a refuerzos, poniéndonos las cosas muy complicadas. Por suerte, en muchas ocasiones no será necesario ni adentrarse en los recintos.


Cuando no queda otra opción nos toca entrar en zonas restringidas, teniendo que utilizar nuestra astucia como hackers para aprovechar el entorno y acabar con el mayor número de guardias posible, llegando posteriormente la acción con los tiroteos. Hay un amplio arsenal de armas disponibles, además de habilidades de hackeo que nos facilitan la tarea según las vamos desbloqueando.


No podían faltar los momentos de conducción, siendo en esta ocasión menos realista y más arcade, y, al igual que cuando vamos a pie, podemos utilizar el hackeo del entorno para escapar de nuestros perseguidores o bloquearle el camino a alguien que huye de nosotros. Una de las novedades incluidas es el intentar pasar desapercibido, parando totalmente el coche y ocultándonos en su interior agachándose un poco. La policía, además, hace uso de una especie de sensores por zonas en las que si nos adentramos mucho tiempo seremos localizados, aunque pueden ser desactivados temporalmente hackeándolos.


Contamos con un sistema de reputación que valora nuestras acciones, por lo que si hacemos el mal la policía prestará más atención buscándonos y los peatones denunciarán nuestra presencia, aunque normalmente el juego nos guía por el buen camino debido al alma de justiciero del protagonista.


Las opciones que ofrecen los escenarios a la hora de afrontar las misiones son ilimitadas, lo que hace que el título se disfrute muchísimo y sea muy rejugable. Además, a medida que ganamos experiencia, subimos de nivel y ganamos puntos de habilidad que podemos gastar en árboles que se dividen en hackeo, combate, creación de objetos y conducción, lo que nos ofrece nuevas posibilidades a la hora de completarlas.


Como si de un Assassin´s Creed se tratara, hay que conseguir el acceso a los ctOS de cada zona para obtener información, desbloquear nuevas misiones y extras.


En total encontramos unas 40 misiones principales, con montones de secundarias, coleccionables y minijuegos repartidos por su mundo, y seis modos multijugador online totalmente integrados en la campaña.


El primero de ellos es Hackeo en línea, donde cualquier jugador puede hackear nuestra cuenta y robarnos, teniendo un tiempo limitado para acabar con ellos y evitar que se complete la acción. En Seguimiento en línea tenemos que perseguir a un agente de cerca sin que se percate de nuestra presencia. Modo libre permite explorar la ciudad con un equipo de hasta ocho jugadores para dar caza a agentes enemigos. En Carrera en línea competimos hasta ocho jugadores con vehículos superando puntos de control. En el Descifrado en línea hay un archivo oculto que varios jugadores buscan. Y por último el Desafío de ctOS Mobile, una aplicación gratuita para iOS y Android en el que manejamos a la policía para intentar atrapar al otro jugador.


Gráficamente, y a pesar del downgrade sufrido, sigue siendo bastante bueno, aunque cuenta con algo de popping. La ciudad de Chicago ha sido fielmente recreada, teniendo cada uno de sus peatones historia propia y características únicas. Las animaciones están muy logradas, pero las físicas, sobre todo a la hora de conducir, son mejorables en muchos aspectos. Los momentos de lluvia, formándose los charcos en el suelo que reflejan las luces, son espectaculares.


Su apartado sonoro es muy bueno, con canciones variadas que podemos ir robando a los habitantes de la ciudad y voces en castellano de una calidad soberbia que ayudan a entender las conversaciones incluso cuando vamos conduciendo.


En conclusión, Watch Dogs es un título tremendamente divertido que ofrece montones de horas de diversión, gracias a su variedad, coleccionables y minijuegos. El hackeo le sienta genial a la acción, el sigilo y la conducción, ofreciendo muchísimas posibilidades a la hora de afrontar las misiones. El multijugador está muy bien integrado en el modo para un jugador, expandiendo la duración del título.


El apartado gráfico, a pesar de perder calidad en texturas, físicas y efectos con el tiempo, sigue siendo muy bueno, aunque la iluminación en ciertos momentos deje mucho que desear.
Un título que encantará a los aficionados al género de los sandbox, que divertirá de principio a fin si se dejan de lado algunos aspectos gráficos.