Análisis de KILL la KILL - IF
PQube, Aplus Games y Arc System Works nos traen KILL la KILL – IF, un nuevo juego basado en la popular franquicia de Studio TRIGGER en el cual también colabora dicha compañía.


KILL la KILL – IF es un título de lucha tridimensional donde podréis disfrutar de vuestros personajes y escenarios favoritos de Kill la Kill, realizando combos para acabar con todos los oponentes que se pongan en vuestro camino. Podéis desplazaros libremente por un entorno limitado, con un sistema de control simple pero profundo que le aporta mucha diversión y estrategia a las batallas, haciendo que sea muy accesible para los novatos y a su vez satisfactorio para los veteranos.
Su historia, la cual es completamente original y alternativa (como indica el título del juego), se centra en Satsuki, que pretende revelarse contra Ragyo Kiryuin, su madre. Aquí debemos enfrentarnos a multitud de enemigos mientras vamos desvelando una trama con secuencias CGI de gran calidad. En ningún momento se nos ha hecho pesada, con personajes interesantes y un argumento que se asemeja al de la serie.
Es un juego pensado para los seguidores de la franquicia, ya que apenas hay introducción más allá de algunas notas de la enciclopedia. Para los que no la conozcan, Ryuko es la protagonista, una chica que pretende descubrir el misterio sobre la muerte de su padre. Equipada con una especie de espada-tijeras y Senketsu, un traje especial creado con fibras vitales, viaja hasta la Academia Honnouji, lugar en el que reta a Satsuki Kiryuin, presidenta del consejo estudiantil. Aunque para llegar hasta ella antes deberá enfrentarse a un cuerpo de elite. Por cierto, una vez completada la parte de Satsuki, desbloquearéis otra centrada en otro personaje.
Ambos argumentos nos han gustado mucho para no ser los mismos del manga-anime, estando todo muy bien narrado, con escenas muy vistosas y manteniéndose muy fiel al anime. Siempre disfrutaréis de ese estilo erótico del que hace gala la serie, con ángulos que ofrecen vistas de los cuerpos pero sin ser tan exagerados como en el resto de la franquicia y textos llamativos cuando realizamos poderosos movimientos.
Por otra parte, sus mecánicas resultan muy accesibles, con un ataque débil, otro fuerte para romper defensas, uno a distancia, la posibilidad de saltar, defendernos, esquivar o lanzarnos contra el rival. A medida que los dañamos se rellena un medidor que nos permite realizar los movimientos especiales para causar un gran daño. También tienen lugar choques en los que el ganador se decide por una especie de “piedra, papel, tijeras” y cuyo ganador recibe algo de potencia de ataque. Es muy frenético, divertido y profundo, donde una buena estrategia puede suponer la diferencia entre la victoria o la derrota. La única pega la tenemos cuando nos enfrentamos a más de un enemigo, ya que no podemos cambiar de objetivo cuando deseemos y la cámara a veces se vuelve un poco loca.
La verdad es que nos ha sorprendido muy gratamente al tratarse de un juego basado en una licencia de anime, donde normalmente se apuesta por una jugabilidad sencilla y muchos contenidos. Además, los personajes están muy bien diferenciados, con movimientos y habilidades únicas que deberéis estudiar a fondo para poder dominarlos. En total encontraréis unos diez, una plantilla que se nos antoja algo escasa.
Lo mismo ocurre con los escenarios, cuya variedad deja mucho que desear. Esto más que un problema del juego es a causa de la licencia al tener la mayoría de los combates lugar en el patio de la academia. Hay distintas fases de destrucción de dicho patio en los que podemos combatir, si bien nos hubiera gustado que se aprovechara la situación para añadir algunos elementos interactivos, como poder lanzar a los rivales fuera de la pista o algunos elementos destructibles, quedando un poco extraño cuando los personajes impactan sobre una barrera invisible. Existen algunos más, pero no esperéis demasiado.
Aunque el modo Historia es el principal atractivo, encontraréis otros modos de juego que no están nada mal. En primer lugar está Versus, que a su vez se divide en otras submodalidades: Batalla libre, donde podréis luchar contra la CPU o un segundo jugador configurando varios parámetros; Partida de jugador, que os enfrentará a otros jugadores online creando o eligiendo una sala existente por simple diversión; y Partida clasificada, lugar en el que os enfrentaréis a otros jugadores online con el fin de obtener hilos e ir ascendiendo en la clasificación.
Después tenemos Práctica, el cual contiene: Tutorial, para aprender los conceptos básicos del juego; Entrenamiento, donde poner en práctica todo lo aprendido con vuestro personaje favorito; Desafío de Supervivencia, en el que luchamos de forma consecutiva contra enemigos controlados por la CPU con el fin de obtener la mayor puntuación posible; y Desafío de Covers, donde os enfrentaréis a grandes oleadas de covers con el fin de mejorar vuestra técnica.
Recordad que muchas de estas modalidades están bloqueadas al comienzo del juego, teniendo que jugar a la historia para ir consiguiéndolas. Lo mismo ocurre con los objetos de la Galería, los cuales requieren cumplir una serie de requisitos para obtenerlos. Esta galería incluye un Glorasio con información detallada de muchos aspectos de la franquicia, Figura digital para ver los modelos de los personajes, Lista de Repeticiones donde visionar las repeticiones guardadas de los combates, Animé para volver a ver las escenas desbloqueadas, Prueba de Sonido en el que escuchar la banda sonora y alguna que otra sopresa que no desvelaremos.
En cuanto a duración, los capítulos de la historia principal pueden completarse en pocas horas, a lo que hay que sumarle los modos y la segunda trama desbloqueable. No es demasiado extenso, siendo la escasez de contenidos el mayor de los problemas del juego.
El apartado gráfico no está nada mal, con personajes genialmente modelados, animados y con sus movimientos más representativos, siendo en este sentido muy similar al anime. Los escenarios, sin embargo, no están al mismo nivel, con muchas texturas planas y poca variedad de entornos. Además no ofrecen nada de interactividad y la cámara suele dar problemas cuando nos enfrentamos a grandes grupos. Lo que sí nos ha gustado mucho son los efectos, sobre todo cuando los personajes realizan sus movimientos especiales, y que funcione con mucha fluidez.
En el sonoro tenemos las melodías oficiales del anime, lo que le sienta genial a la aventura y sus momentos de acción, con las voces originales de los personajes y, mediante una actualización, textos en castellano que cumplen a pesar de tener alguna que otra errata.
Como conclusión, KILL la KILL – IF es un juego de lucha tridimensional que, sorprendentemente, funciona muy bien en los enfrentamientos uno contra uno, con controles simples que ofrecen mucha profundidad a la hora de formular tácticas. Es muy fiel al anime en cuanto a personajes y todos están bien diferenciados entre sí, pero esperábamos algunos contenidos más que harían que fuera mucho más completo. Lo mismo ocurre con la historia alternativa, que a pesar de ser estupenda para los fans, no ofrece una introducción que ayude a los recien llegados a comprender mejor lo que ocurre.
Un título pensado para los seguidores de la franquicia que, sin ser sobresaliente, sabe como entretener con algunos momentos épicos.