Análisis de Ys: Memories of Celceta
Tras su paso por PSVita y PC, Ys: Memories of Celceta llega a PlayStation 4 con algunas mejoras, añadidos y ajustes.


YS: Memories of Celceta es un RPG de acción en tiempo real que debutó en PSVita en 2012 y posteriomente aterrizó en PC en 2018. La versión que nos ocupa, que se lanzará el próximo 16 de Junio, cuenta con gráficos en full HD, funciona a 60 fotogramas por segundo y añade la opción de audio dual para que podáis elegir entre las voces en inglés o en japonés (opción que llegará a PCmediante un parche gratuito). Además cuenta con una interfaz y controles optimizados para reproducir las funciones de la pantalla táctil de PSVita, siendo en este sentido muy similar a la versión de PC.
Su historia tiene lugar un año después de los hechos acaecidos en YS II, poco antes de Ys: The Oath in Felghana. Aquí nos volvemos a poner en el papel de Adol Christin, quien ha perdido la memoria. Una vez conoce a Duren, éste le recuerda su nombre y la gran amistad que los une, comenzando una inesperada misión para salvar a unos habitantes del lugar. Tras su éxito y ser reconocidos por todos, la gobernadora hace acto de aparición para encomendarles una peligrosa misión, explorar cada rincón del gran bosque de Celceta. A partir de este momento ambos parten hacia la aventura para intentar cumplir con sus exigencias y, a la vez, ir recuperando los recuerdos esparcidos por los diferentes lugares.
Este argumento es interesante, con personajes bien formados con los que es fácil empatizar, giros que nos mantienen enganchados y una narrativa bien llevada, aunque no esperéis nada demasiado sorprendente. Lo que más nos ha gustado es encontrarnos la historia dividida en dos partes, una que afecta al mundo del juego y a los personajes de nuestro grupo, y otra relacionada con los recuerdos de Adol, los cuales nos ayudan a conocerlo mejor y sus circunstancias. Los textos del juego nos siguen llegando completamente en inglés, aunque no necesitaréis tener un gran nivel para poder avanzar por su trama.
Sus mecánicas siguen funcionando correctamente, aunque en este sentido se nota la procedencia de la portátil. Aquí podemos movernos libremente por su mundo, hablar con otros personajes, examinar o interactuar con determinados elementos que vemos en pantalla, acercar o alejar la cámara, atacar a los enemigos, evadir, defendernos, usar objetos y cambiar de personajes, aunque no contamos con una cámara que podamos manejar con total libertad, sino que se va adaptando a los distintos lugares a los que viajamos. Eso sí, los controles responden perfectamente para hacer que siempre sea una delicia combatir.
Después hay otros movimientos más avanzados que le aportan mucha diversión a las batallas. Por un lado, contamos con un medidor de SP que se va llenando con rapidez y nos permite realizar montones de habilidades especiales, pudiendo llevar hasta cuatro equipadas por personaje. Junto a éste, hay una esfera que, una vez completa, nos permite desatar el movimiento más poderoso (habilidad Extra) del protagonista que manejamos en ese momento para causar un daño devastador. Pero lo más destacado es que si nos defendemos o esquivamos en el momento justo del ataque de un rival, el tiempo se ralentiza para ellos, pudiendo lanzar un contraataque.
También es importante conocer las afinidades de cada personaje y enemigo, encontrando tres tipos de ataque que serán efectivos contra unos u otros: cortar, golpear o atravesar. Si damos con el adecuado, además de hacer más daño, podemos conseguir una mayor cantidad de SP encadenando combos aéreos o acabando con los rivales utilizando una habilidad especial.
Los enemigos son abundantes y los hay de muchos tipos diferentes, teniendo que descubrir sus puntos débiles para intentar acabar con ellos lo antes posible al ser muy peligrosos cuando se mueven en grandes grupos y lanzan ataques con efectos de estado. Los jefes son mucho más grandes y poderosos, aunque sus patrones de ataque nos han parecido demasiado simples y fáciles de esquivar. Al menos su IA funciona bien, al igual que la de nuestros compañeros.
Al ir derrotando enemigos obtenemos experiencia con la que ir subiendo de nivel y mejorar nuestras estadísticas generales, pero también podemos aprender nuevas habilidades o mejorar las existentes con su uso. Adol además puede mejorar en algunos aspectos al encontrar los recuerdos, así que recomendamos buscar tantos como os sea posible. En total pueden ir hasta tres personajes en nuestro grupo y, dependiendo de la combinación que llevemos, podemos, por ejemplo, obtener más objetos o experiencia. Tan importante como nuestro nivel es el equipamiento. Podréis encontrarlo en algunos cofres repartidos por su mundo o ser adquirido en tiendas a cambio de dinero, además de mejorarlo utilizando diferentes materiales al visitar a un herrero. Cada personaje puede llevar un arma, una armadura y dos accesorios.
Por otro lado, uno de los aspectos más destacados es su enorme mundo. Cuenta con muchos secretos a descubrir en forma de recuerdos, tesoros o enemigos, invitándonos siempre a completar la mayor cantidad de mapa posible. Al ser tan grande, encontraréis unos monumentos de piedra con los que viajar rápidamente entre los que hayamos activado y sean del mismo color, recuperando además toda la vitalidad y eliminando los estados alterados. El punto más negativo es que está dividido por zonas, aunque tranquilos, las cargas entre ellas son mínimas. No queremos olvidar que a lo largo del juego obtendréis diversos artefactos que poco a poco abren nuevas zonas a explorar, permitiendo, entre otras cosas, volverse diminutos o viajar por las profundidades del agua.
En cuanto a duración, estamos ante un título bastante largo que se amplía todavía más si queremos recorrer todo el mapa, descubrir sus secretos o completar las tareas secundarias que aceptamos en los tablones de anuncios de los diferentes poblados. También hay cuatro dificultades disponibles entre las que elegir, siendo Pesadilla la más complicada de todas. Hemos de decir que nos ha resultado bastante sencillo en normal, así que recomendamos empezar como mínimo por la difícil.
El apartado gráfico no es uno de los elementos que más destaca del juego, con personajes y criaturas cuyos modelados y animaciones cumplen sin más o escenarios divididos por zonas variados pero con pocos detalles y texturas planas, notándose aquí su procedencia de la portátil. Al menos lo compensa un poco con la vistosidad de sus efectos o con el diseño artístico, que a veces nos deja estampas bastante llamativas. El mayor cambio lo encontraréis en la mayor resolución (Full HD) y la fluidez a la que funciona (60 fotogramas por segundo), aunque hemos de decir que en algunos poblados hemos notado algún que otro bajón, pero nada importante.
En el sonoro tenemos estupendas melodías que ambientan a la perfección cada uno de los momentos que vivimos en la aventura, buenos efectos de sonido y voces en inglés o japonés para algunas de las escenas principales del juego, con una correcta interpretación de las mismas. La mayoría del tiempo estamos leyendo cuadros de texto que, por desgracia, nos vuelven a llegar en inglés.
Como conclusión, Ys: Memories of Celceta sigue siendo tan entretenido y divertido como lo fue en su momento, aunque no encontraréis demasiados cambios respecto al juego original más allá del aumento de resolución, fluidez o los ajustes de los controles. Aún así, aquellos que no lo hayan probado encontrarán un título que invita a explorar cada rincón de su mundo en busca de nuevas aventuras, batallas interesantes y un desarrollo que nunca cae en la repetición al ir incorporando nuevos elementos, tales como puzles en los que usar diferentes artefactos.
Un juego realmente adictivo gracias a sus intuitivos y accesibles controles, su frenetismo y unos combates de estilo arcade, que hará que no podáis soltar el mando hasta finalizarlo. Además, sale a precio reducido, lo que hace que sea mucho más apetecible.